Cuando llegamos a urgencias, solicité de inmediato que buscaran a Emily para que pudiera atender a Annie, quien estaba llorando y quejándose del dolor en su mano izquierda mientras otro médico la revisaba. Sentía una gran angustia al verla sufrir de esa manera.
Emily se acercó a nosotros rápidamente y, junto a su compañero, comenzó a examinar el brazo de Annie. Mientras tanto, le hablaba con ternura a mi hija para tranquilizarla:
—No te preocupes, cariño, ya estoy aquí— le susurraba mientras le daba besos y la mimaba—. Nicol, Adrián, ¿qué sucedió? —preguntó finalmente.
—Estábamos en el parque, me distraje por un momento y Annie se subió al tobogán amarillo, el más alto —traté de explicar lo más coherente que mis nervios me permitían.
—Hay que realizar unos Rayos X para descartar una posible fractura —explicó el médico, compañero de Emily y ella estuvo de acuerdo.
—No te preocupes, Miguel, yo me encargo —Emily intervino y dijo—. ¿Podrías ubicar al doctor Holland, por favor? Dile que tengo a Annie en Radiología —su compañero asintió y se marchó para buscar al médico solicitado.
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Mientras tomaba un trago de mi copa y sostenía una bolsa de hielo en mi mejilla, escuché a Jackson hablar por teléfono:
—Sí, ¿de qué se trata? —después de escuchar la respuesta —. ¿Annie? Ok, está bien, dile que ya voy para allá —colgó y me informó—. Emily necesita ayuda con una paciente, debo ir. Regresaré tan pronto como pueda.
Jackson estaba a punto de irse cuando le pregunté:
— ¿Emily está atendiendo a una niña llamada Annie? —mi corazón comenzó a latir con fuerza mientras esperaba su respuesta.
—Sí, pero ¿cómo sabes que se trata de una niña? —preguntó Jackson con sorpresa.
—Es Annie, la hija de Nicol —expliqué mientras dejaba un billete sobre la barra y me levantaba de mi asiento para ir a urgencias.
Nos dirigimos al hospital de inmediato y, al acercarnos, vi a Nicol hablando con un médico. Sin dudarlo, me acerqué a ella.
— ¿Qué ha sucedido? ¿Estás bien? ¿Dónde está Annie? —le pregunté preocupado.
— ¡Daniel! ¿Cómo sabías que estaba aquí? —se sorprendió al verme allí y preguntó—, ¡Tu cara! ¿Qué te pasó?
—No es nada —dije para tranquilizarla, en estos momentos no necesitaba saber lo que había sucedido con Adrián—. Estaba con Jackson cuándo lo llamaron para decirle que estabas aquí —explique mientras miraba alrededor para ver donde tenían a la niña.
—Hola, Nicol —le saludo Jackson con un beso en la mejilla y de inmediato comenzó a caminar hacía el cubículo mientras hojeaba una carpeta que le había entregado el otro médico.
Nosotros dos lo seguimos y entramos en el pequeño cubículo. Adrián estaba junto a la niña en la camilla cuando entramos. Nicol se acercó directamente al lado de su hija mientras yo decidí esperar cerca de la puerta.
—Buenas noches —dijo Jackson, luego se acercó a la niña y le habló con amabilidad—. Cariño. Soy el doctor Jackson. Dime, ¿cómo te sientes?
—Me duele mucho la mano —respondió tímidamente.
— ¿Quieres contarme qué sucedió? — le preguntó él mientras observaba la radiografía que Emily le había entregado.
—Estaba arriba del tobogán y un niño me empujó, por eso, caí —explicó la niña.
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Que La Marea Decida.
RomanceNicol es una mujer de treinta y cinco años con una vida realmente sencilla y tradicional que la consume y, en ocasiones, la llena de desdicha. Sin embargo, un giro del destino cambia su vida por completo cuando sufre un accidente que pone su mundo p...