CAPÍTULO 28

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Me despierto asustada por los golpes de la puerta y bajo rápidamente las escaleras frontandome los ojos y en pijama. Llevo una coleta y tengo unas pintas horribles, pero parece urgente y no hay tiempo para arreglarse.

-¡¡Jess, abre!! ¡¡Jess!! - Es Angie.

-¿¿Qué pasa Angie?? No son horas, son las 6 de la mañana y...- Me calla con el portazo que da detrás de entrar en mi piso, parece asustada, lo cual me asusta a mí. 

-¿Que ocurre?- La digo mientras ella me da la espalda al mirar por la mirilla.

-Yo... siento mucho esto que te estoy haciendo. Te voy a meter en problemas solo por haber entrado ahora mismo a tu casa y..- Comienza a costarla hablar.- Salí de fiesta con...bueno. Y yo estaba con Zack, bueno, ya no lo sé... me he enrollado con Dan. Y Zack nos vió. Y bueno... Dan es un cabrón y para nada me va a defender y Zack viene histérico hacia acá...histérico. Estoy acojonada Jessica porque me va a...- Nota que abro los ojos.

-¿¡Te va a qué!? Angie, ¿Zack te ha pegado alguna vez?- Le pregunto incrédula cogiendola de las muñecas y llevándola al sofá.

-No...bueno, el tiene algunos problemas...han sido muy pocas veces pero no es culpa suya.- Estoy alucinando.

-Angie no puedes dejar que te haga eso ¿me entiendes? No pue...- En ese momento oigo pisadas rápidas y descontroladas por las escaleras. Angie comienza a temblar. Le hago un gesto de mantener el silencio y despacio me acerco a mi puerta. Puedo ver llegar a Zack y aporrear su puerta. Justo a unos pocos metros de la mía. De pronto se para. Ahora se gira y puedo notar sus ojos en mí. Lo sabe.

-¡¡Angie!! Cielo sé que estás ahí...¡¡abre la puta puerta!! ¡¡Jessica abre la jodida puerta o la echaré abajo!!.- Estoy muy asustada, no sé qué hacer, y al darme la vuelta y ver a esa chica rubia con el pelo alborotado, todo su maquillaje corrido y su ropa negra y provocativa hecha un desastre me doy cuenta de que si no hago algo pronto no lo hará nadie.

Oigo nuevas pisadas que también suben. Zack sigue frente a mi puerta dando patadas a todo lo que encuentra.

-Zack tío pero qué cojones haces, ¡y encima esa no es su puta casa! ¡vas tan borracho que ni ves las letras!.- En ese momento se me hiela la sangre. Su voz. Sus ojos. Su piel morena y su pelo negro, y su olor. Puedo percibirlo todo al otro lado de la puerta.

-Aquí vive tu fantasía sexual y aquí estará escondida la otra zorra. No puedo creer lo que ha hecho.- Dice él.

-Sé que ha hecho mal pero qué pretendes hacer aquí.- (Pegarla) pienso yo- Vámonos tío no creo que ni esté aquí.

-La llamaré al movil, si está, sonará.- Dice Zack. Antes de poder reaccionar y correr hacia Angie ya está llamado. Se me congela la sangre cuando comienza a sonar su tono de llamada (de lo más desagradable) y ella levanta la mirada.

-¿¡Lo oyes!? ¡¡Está ahí joder!!- Comienza a aporrear la puerta y en ese momento decido abrir. La tirará abajo y tarde o temprano entraría. Entrarían.

-¡¡Ya basta!!- Digo mientras abro la puerta.- ¿Qué demonios te pasa viniendo a mi casa a dar golpes a la puerta? 

-Apartate.- Dice gruñendo y empujándome. Gale y yo nos miramos durante lo que no sabría definir entre un instante y una eternidad y una vez me incorporo él continúa hacia ellos, y yo detrás.

-Zack ya te he pedido perdón, estaba muy borracha pero ya sabes que para mí él no...- No puede terminar de hablar. En ese momento la mano de Zack le pega tal bofetada que casi la tira al suelo. Ahogo un grito y corro a ponerme entre los dos. Zack me levanta la mano pero Gale le sujeta.

-¿¡Estás loco tío!? Pero qué cojones estás haciendo, ¿qué haces?- Le dice desde atrás.

-Eres una zorra yo te quería.- Le dice a Kat.

-¡Ya te he pedido perdón!- Le grita ahora sí llorando, con toda su rabia. La paso el brazo por detrás para calmarla.

-Iros.- Les digo firme y seria.- Iros de mi casa.

-Jessica yo... no podríamos...- Intenta hablar Gale, pero no le dejo.

-No, no podemos.- Me dirijo a la puerta sin separar a Angie de mí y la abro. Zack ha entrado en una especie de shock, no lo sé. Gale sigue sujetándole el brazo derecho.

Salen por la puerta y se me queda mirando.

-Asíque ahora...con Jake, de verdad.- Dice afirmando, pero preguntando a la vez. 

-Sí.- Digo seria.

-No te hace feliz. Lo veo en tus ojos.

-Tú tampoco lo hacías. Me hiciste más daño del que nadie me ha hecho nunca, y no quiero seguir hablando contigo.- Me coge de la muñeca y ese escalofrío me recorre de nuevo. 

-Yo te hacía vivir.- Me responde.- No como ese, que no sabe lo que tiene.

Otra parte de mí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora