CAPÍTULO 21

25 1 0
                                    

Entro en casa. Son las 12:30 AM y oigo la televisión. Subo al piso de arriba sabiendo que me encontraría a mi madre por lo menos. Kimi estaría en clase. Quiero pasar a su cuarto y ordenarselo un poco. La dejaré una notita explicándole un poco y diciéndola que todo estará bien. 

-¡¡Jessica!! Oh gracias a Dios Jessica ¿estás bien? Has vuelto cielo santo muchísimas gracias esta tarde iríamos a la comisaría ¿cómo estás?- Habla mi madre mientras me aprieta y estruja contra ella como cerciorándose de que esto es real.

-Gracias a Dios no mamá, he venido yo sola, por mí misma.- Respondo. ¿Qué he dicho?

-Vengo a coger unas cosas y me voy.

-¿Qué? ¿Cómo? ¿A dónde?- Sí yo lo supiera...

-A casa de unos amigos.

-¿Qué amigos?

-Unos que tu no conoces. No quiero estar aquí.

-¿¡Aquellos que nos destrozaron la casa!? ¿Qué te está pasando Jess, te están obligando a hacer algo que tú no quieras?

-¡No mamá! Ni siquiera sé quiénes fueron. ¿Lo ves? Siempre desconfiais de mí. Siempre he de ser la hija modelo. La que saca estupendas notas. Tengo la vida planeada por mis propios padres. No hagas esto, no hagas lo otro. No te juntes con determinada gente, lo dice Dios. Estás amargada ejerciendo de la perfecta esposa, y lo sabes. Aunque tan perfecta no creo. ¿Yo no puedo irme con determinada gente y tu puedes salir a mitad de la noche con otro hombre?- En ese momento me callo.

-Yo no he hecho eso.

Suspiro.

-Sí, sí lo has hecho.- Digo mientras comienzo a llorar y continúo metiendo ropa en mi bolsa.- Y papá no lo merece. Bueno, ya nisiquiera esto segura ni de eso. El otro día me pegó. Comenzó a gritar a Gale y él tuvo que protegerme, ¿de mi propio padre? Vais de familia modélica y está totalmente desestructurada. Quiero llevarme a Kimi de aquí. Sí.- Mamá abre los ojos.

-No te reconozco Jessica, no eres mi hija.

-No soy tu hija porque muchas cosas están cambiando en mí. Te estoy diciendo lo que pienso y ojalá intentaras, por un solo segundo, comprenderme. Comprender que para mí ya no solo importa la clase social o Dios. Sí, seguirá influyendome, pero no como vosotros queréis. Abrir los putos ojos.

En ese momento veo asomarse a mi padre por la puerta.

-¿Qué hace esta chica aquí?- Se dirige a mi madre.

-Yo también me lo pregunto.- Responde.

-Jessica largate. No te queremos más aquí, tú ya no eres de esta casa. Vete con los muertos de hambre, Dios te castigará por todo lo que estás haciendo. Le hemos denunciado y es cuestión de tiempo que esté en la cárcel. Él y sus amigos.

-¿¡Qué!?- El alma se me cae al suelo.- ¡Él no fue! ¡Él no hizo nada a parte de protegerme de tí! ¡Eres un cabrón, un auténtico cabrón y lo sabes!- En ese momento me llueve un un golpe que me tira al suelo. Fuerte y cerrado. Un puñetazo de mi padre. Me toco la mejilla que sangra. ¿Me ha cortado? Con su anillo puede ser.

Me levanto y miro a mi madre con todo el odio que puedo. Intento contener la respiración.

-Papá. Mamá. Darme de baja en el instituto, no continuéis pagando esa mierda. Mamá, allá tú con...lo que quiera que estés haciendo.

-¿De qué habla?- Le pregunta él.

Me dirijo a el cuarto de Kimi y la coloco bien sus peluches. Mejor que una carta, iré a buscarla al colegio.

Bajo las escaleras y salgo. ¿Y ahora qué? Si lo pienso, todo estaba bien antes de conocerlo. Antes de que lo pusiera todo patas arriba. ¿Pero quiero volver a eso? ¿A esa vida perfecta? Ahora sé muchas más cosas. Sé que mi familia no es una familia, solo una fachada. Sé que hay más cosas aparte de las fiestas con champagne. Quizá podría buscar un trabajo y pagarme una pensión hasta que encuentro un alquiler. He cogido bastante dinero, podría darme para dos meses en un hotel. Es lo bueno de que tus padres sean de una buena clase social. Bueno, ¿mis padres? ya no.

¿Qué iba a hacer ahora? Ah sí, Kimi. Mi pequeña y dulce Kimi. Es lo único bueno aquí. 

No pasa nada Jess. Tranquila. Todo está bien. Soy autónoma, yo puedo. Puedo con esto.

Otra parte de mí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora