-¿Entonces te veo luego?- Me dice Amy mientras salimos de clases.
-No lo sé, tengo que estar con mi padre un rato, ya sabes...y hacer las tareas. Te envío un mensaje cuando...- En ese momento lo veo. ¿Qué hace en mi instituto? ¿Cómo sabe la dirección? ¿Quién le ha dado permiso? ¿Y si le ven mis padres? Suerte que hoy voy andando. Corro hacia él para que nadie lo vea, aunque creo que es demasiado tarde. Amy y Adam están boquiabiertos mirándonos. Mierda.
-¿Qué haces aquí?- Le digo enfadada.- No quiero tener nada contigo, ¿está claro? Solo me aportas mierda- Me tapo la boca escandalizada al oír eso.
-Quedamos en el descampado a las 19:00, así puedes ir a tus estúpidas clases- Dice riéndose.
-No.
-Te veo luego- Me dice antes de irse.
Justo en cuanto se gira Jake se acerca.
-¿Sabes que me tienes aquí para lo que sea no?- Me dice mientras mira a Gale caminar. Últimamente Jake está muy pesado, se lo agradezco, pero me agobia.
-Sí, lo sé- Le digo suspirando a la vez.-Tengo que irme Jake, ya hablaremos.- Lo último que me apetece ahora es tener que dar explicaciones a Amy y Adam, y si continúo aquí ellos se acercarán también.
Mientras camino a casa decido que no iré allí. No pienso dejar que esos ojos azules me intemiden y me hagan su esclava. No.
Al ir pensando en todo ello oigo una voz, de chica. Me giro y me encuentro a Angie. ¿Es a mí?
-Hola- Me dice sonriendo.
-Hola- La digo nerviosa.
-Solo quería pedirte perdón de parte de todos mis compañeros. Bueno ellos no estarían de acuerdo pero a veces pueden ser...-En ese momento hace una mueca y las dos nos reímos.
-Es muy amable por tu parte, gracias- La digo sonriendo- Me llamo Jess- La tiendo la mano. Ella mira raro mi saludo pero enseguida me la tiende de forma amable. Su pelo rubio brilla y lo lleva algo más largo de los hombros. Suele ir bastante provocativa, pero no como su amiga la pelirroja. Igualmente la queda bien, prefiero no juzgarla. Nos despedimos y cada una continúa su camino.
La tarde se pasa rápido. Hago mis tareas, veo con mi padre la televisión y voy a mis clases. Sin quererlo me encuentro en el descampado y antes de poder girarme para que no me vea ya se ha levantado del banco del fondo. Aquí viene. ¿Cómo una persona vistiendo tan sencillo puede estar tan guapa? ¿¿Qué?? No, yo no he pensado eso. No.
-Tengo que irme- Le digo.
-No no- Se ríe mientras se acerca más y más. Voy retrocediendo pero me topo con la pared.
-Gale para- Le empujo y él se echa para atrás, aunque sé que podría haberse mantenido quieto.
-¿Cómo está tu brazo?
-Bien- Le digo mientras las lágrimas se salen de mis ojos y camino hacia mi casa.
-¿Por qué lloras?- Me dice incrédulo. Sus ojos están abiertos pero a la vez son curiosos. Le odio.
-Porque de unos días hacia acá mi vida ha cambiado por completo por tu culpa. ¡¿Para qué me has citado aquí?! ¡¿Tú también eres como Dan?!
-No, solo quería...aj eres muy difícil Jessica- Dice mientras se da la vuelta y se pasa la mano por el pelo.
-Ya bueno, desde luego no soy igual de fácil que tu novia Kat- Le digo resoplando. En ese momento se gira con los ojos abiertos y comienza a reírse a carcajadas, demasiado alto para mi gusto.
-¡¡Kat no es mi novia!! Kat es...mi amiga. Tengo muchas amigas.- Me dice mientras sigue riendo, pero ya de forma más normal. No sé como tomarme eso de 'Tengo muchas amigas' pero prefiero no pensarlo. Igualmente no es de mi incumbencia.
-¿Podemos ir a dar una vuelta?- Le digo incómoda.
-Oh, claro.
Tras un rato hablando, para mi sorpresa, de forma 'agradable' y sin acercamientos, lo que me hace estar más cómoda, puedo decir que sé bastante más de él. Vive dos casas más allá de la de la fiesta, la cual era de su amigo Zack. Ya sabía que le gustaban los pastelitos de crema de manzana, pero no que su sabor favorito de chicle es la menta y que su música favorita es el rock, aunque eso si me lo esperaba bastante. Tiene tatuada una fecha en su hombro izquierdo, pero no me quiso decir qué era.
Justo al sentarnos en un banco de unos jardines que encontramos al caminar mientras bromeaba sobre mi ropa, recibo un mensaje.
-¿Quién es, tu novio?- Me dice con un tono diferente.
Abro el mensaje y la sangre se me congela. No puedo articular ni un músculo, y creo que Gale lo nota pero espera a que yo se lo diga.
El mensaje dice:
-Hija vuelve a casa, Jake está en el hospital. Le han dado una paliza. Mamá.
No sé por qué pero tengo miedo. Estoy aterrada más bien. ¿Cómo sabía que era de Jake? ¿O por Jake? ¿Y quién le daría una paliza a él? Nunca ha tenido enemigos, ni cuando tenía 3 años y todos nos peleabamos con todos.
-Han atacado a Jake...-Le digo a susurros manteniendo la vista en mi móvil. El silencio se apodera de la situación mientras desvía su mirada.
-Oh- ¿Eso es todo lo que dirá? ¿Oh? ¿Y por qué se ha puesto tan raro? Comienzo a retroceder.
Un sudor frío me recorre el cuello al girarme y ver a Gale ahí sentado. Por primera vez esos ojos azules me parecen fríos y me asustan.
Me levanto y me voy corriendo hacia casa, dejándolo ahí sentado. No me importa.