Veo como un brazo me recorre la cintura. Estamos los dos en su lado de la cama, así que he debido moverme yo. Estoy acurrucadada en su torso, está sin camiseta y la verdad es que es bastante cálido. Pienso en gritar o apartarme, pero el sigue dormido y la verdad es que estoy muy agusto así.
Viéndole dormido, parece tener un par de años menos, no más joven, si no menos destrozado. Como si esa personalidad prepotente que utiliza con sus amigos no existiese. Noto como empieza a despertarse así que finjo estar dormida.
- Jess- susurra. -¿Estás despierta?
Se empieza a levantar de la cama con cuidado de no “despertarme”, noto como coge una manta y me tapa con ella.
Decido abrir los ojos. El esta ahí mirándome, en cuanto se da cuenta se da media vuelta.
- ¡Buenos días bella durmiente!- me dice en tono chinchoso.
- ¿Que hora es?
- Son las diez, deberías llamar a tus padres, deben estar preocupados
- ¿Te recuerdo que me echaron de casa?, yo no tengo que llamar a nadie.
- Jess, sabes perfectamente que tienes que volver a casa
Resoplo.
- Venga, vamos a hacer una cosa. Te voy a dar mi numero. Si sale algo mal, me llamas y yo voy a buscarte ¿De acuerdo?. -Me dice
- Vale, pero con una condición.
- ¿Cual?
- Que seas así siempre.
- ¿Cómo?- contesta con cara extrañada
- Nada, déjalo.- le sonrió.
Llamo al timbre, me tiembla la mano, no quiero ver como me cierran la puerta en las narices.
Se abre la puerta
-¡Jessica!- mi madre se lanza sobre mí abrazándome- lo siento mucho cariño, por favor perdóname.
-Mama tranquila, me he portado mal. Nada de esto se volverá a repetir- respondo inmediatamente, aunque no termino de creerme mis palabras.
-Venga, entra, he hecho tortitas.
Por la tarde, voy a casa de Jake, al parecer esta mañana le han dado el alta, así que debe estar bastante mejor.
- Jake, ¿Que tal estás?- pregunto mientras que le veo tumbado en la cama.
- Bien, ya casi no me duele, soy un tipo duro- contesta enseñándome una enorme sonrisa.
Le sonrío, es imposible no devolverle la sonrisa a Jake.
- Bueno, he traído palomitas, y la saga completa del señor de los anillos.
-Pero si a tí no te gusta- me dice, sin parar de sonreír.
-Ya bueno, por eso he traído la versión extendida- le digo mientras pongo el primer disco.
Paso toda la tarde en su casa, y aunque cada película que pasa es aún mas aburrida, no dejamos de reírnos ni un momento.
- ¡Jess, no me hagas reír más por favor! ¡Se me van a saltar los puntos!.
- Así que aún te duele, eh, tipo duro
- Tss, ¡Esta es la mejor parte!
Me quedo mirándole, es tan fácil hablar con él.
- Oye Jake...no me has terminado de contar lo que pasó.
- ¿Segura de que quieres saberlo?- me dice parando la película.
- Claro, ¿por qué no?- no entiendo a que viene eso.
- Fue el chico ese, con el que te llevas. Gale.