Veo como Gale se acerca a la cocina y trae dos platos.
- Si no te gusta podemos pedir comida a domicilio.- me dice
- Me va a gustar, tranquilo.
Nos metemos el tenedor a la boca a la vez. Los macarrones están muy duros, pero sigo masticando como si nada.
- Joder, saben a mierda.- dice apartándose el plato.
- No creo que el sabor sea justo el problema.- me rio.
- ¿Entonces qué?
-Pues que... están un poco...crujientes.- le digo de la forma más amable que puedo.
Él se empieza a reír sin parar.
- ¡Pero di que están como una piedra!
- ¡No es para tanto! Solo les faltaba un par de minutos hirviéndose.
Veinte minutos más tarde a pesar delas quejas de Gale , consigo terminarme el plato entero.
- Muchas gracias.- le digo.
- ¿Por hacerte esta mierda de comida?
- No, por todo.- le miro.- lo de anoche...- veo como se tensa.
- No hace falta recordar lo de anoche.- me dice en tono serio.
- Necesito saberlo...¿Hasta donde llegó?
Deja de mirarme y empieza a mirar a la pared.
- A nada, no llego a nada.
- Gale...
- ¿Que? Jess tu virginidad está intacta. Fin del tema.
- No, fin del tema no, me gustaría saber que coño pasó, para que me dejen de venir imágenes a la cabeza.
- Se acerca más a mi y me abraza
- ¿Estas segura?
- Si.
- En cuanto me digas que pare, dejo de contarte.
- De acuerdo.
Se acerca a mi, me coge de la mano y empieza a contarme.
- Anoche cuando llegué a casa no estabas, así que esperé un rato, pero no llegaste. Te llamé pero no me contestabas y empecé a preocuparme. Me lo cogiste tras cinco llamadas perdidas, empezaste a decir algo sobe que no era tu padre, pero no terminabas de vocalizar y te comías palabras, así que supe que te pasaba algo. Me colgaste y te llamé, pero no lo cogías, así que primero fui a casa de Angie, ella no sabia nada de donde estabas. Te seguí llamando, y tu seguiste sin responder. Te busque por todas partes, fui a tu trabajo, a tu casa
- A la casa de mis padres.- le interrumpo.
- Perdona si, a la casa de tus padres.- y sigue contándome.-también busque a Jake, e intenté llamarte desde su móvil. Tras dos horas buscándote por todas partes, conseguí que me cogieras el móvil, te pedí que me dijeras solo donde estabas, pero colgaste.
- Fue Dan, eso si lo recuerdo.¿Habían pasado ya dos horas? A mi me pareció que fueron solo cinco minutos.- le digo incrédula.
Veo como aprieta los nudillos.
- Si, bueno, seguramente estuvieses ida la mitad del tiempo.
Me tenso.
-¿Quieres que pare? - me dice acariciándome la mejilla.
- No, no, sigue.
- De acuerdo.- me vuelve a coger la mano.- Seguí llamándote y empece a mandarte mensajes por si así me respondías, pero nada. Continué andando, una hora más tarde me cogiste el teléfono, pero no hablabas, escuche como alguien te gritaba que contestases, no sabia si se refiera al móvil o a ti. Al principio no sabia diferenciar la voz. Entonces dijiste mi nombre, y escuche como dijo que era Dan.
- Pensaba que no había cogido la llamada
- Pues si lo hiciste.- me intenta sonreír.- Y menos mal. Tuve mucha suerte, estaba muy cerca de su casa, así que empecé a correr y en menos de cinco minutos estaba allí, llame a la puerta y la abrió su padre, entré directamente a su cuarto, y entonces te vi, estabas tirada en el suelo medio desnuda. Le agarré, y le empece a dar puñetazos, quería parar, quería agarrarte y marcharnos de ahí, sabía que si seguía así acabaría por matarlo, pero no podía. Intente que respondieras, pero tu estabas totalmente inconsciente y yo necesitaba escuchar tu voz para poder parar.
Conseguí separarme de el, no sabes lo que me costó pero lo conseguí Jess, entonces te levante del suelo, y te deje sobre la cama. Intenté calmarme, me dijo que te había drogado, pero eso yo ya lo sabía, entonces, dijiste mi nombre, y pude dejar de temblar. Pensé en cogerte e irnos, pero necesitaba saberlo, necesitaba saber hasta donde había llegado. Me dijo que había podido hacer nada, supe que era verdad, por como lo dijo. En un primer momento me sentí aliviado, había llegado a tiempo. Pero su frase no dejaba de repetirse en mi cabeza, no pude evitarlo.
Le empecé a dar, no sé de donde saqué tantísima fuerza, mis nudillos estaban llenos de sangre, y el me empezó a suplicar que parase. Esta vez no quería parar, quería ver como se quedaba su cara deforme, se que es horrible, pero no me arrepiento. Derrepente apareció su madre y me dijo que parase, pero yo no dejaba de ver tu cuerpo inconsciente en la cama y pensar que quería acabar con él. Seguí mientras su madre gritaba, el se cayó al suelo, pero yo seguí dándole patadas, fue entonces cuando susurraste mi nombre.
Me acerqué a ti, no dejabas de temblar hasta que te cogí, la madre de Dan llamo a la ambulancia, y en media hora llegaron. Conseguiste abrir los ojos por un momento, pero luego volviste a demayaste, el hospital te hicieron un lavado o algo asi, la verdad es que no me enteré de mucho todo me daba demasiadas vueltas, te dejaron en observación unas horas, al despertarte vieron que estabas bien y me dejaron que te vinieses a casa.
Cuando termina de contarme todo,intento responderlo, pero no sé por donde empezar.
- Lo siento...debió de ser para ti horrible.- me dice.
- Lo cierto es que no...- le contesto.
- ¿Como?
- Yo apenas estaba consciente, no me enteré de nada. El único momento en el que lo pasé realmente mal fue cuando le estabas pegando, pensaba ,que era al revés pensaba que eras tu quien había caído al suelo.
- Jess, ¿me estas diciendo que después de todo lo que te hizo, tu preocupación es que yo estuviese mal?
- No lo había pensado así, pero supongo que si.- le contesto.
Sin contestar, me abraza dejando su frente apoyada sobre mi hombro, y se queda así, sin decir nada.