-Fue con sus amigos y me amenazó, y yo traté de decirle que no se volviera a acercar a tí, por eso comenzó a pegarme. Al principio intenté defenderme pero luego no pude. Jess no debes volver a acercarte a él, nunca, ¿de acuerdo? Eh. Jess, ¿estás bien?
No puedo creer lo que está pasando. Jake me está mintiendo. Gale estaba conmigo cuando recibí el mensaje de mi madre, por lo que es imposible lo que me está contando. No sé qué decir la verdad.
-Tú...¿estás seguro de que era Gale? Quizá te confundiste de persona- Le digo.
-No, estoy seguro, iba con su estúpido cigarrillo, como siempre.
-Bueno hay mucha gente que fuma, y por eso no es estúpido Jake.
-¿Qué dices Jess? Siempre nos ha dado asco el tabaco, a todos. ¿Qué te pasa? No entiendo por qué le defiendes tanto, no le conoces de nada.
-Ni tú tampoco.- Le digo mientras suspiro y recojo mis cosas. Esto no va a terminar bien.
-¿Te vas? ¿No me crees? Eh espera...aún queda más, él...él te insultó. Sí, te insultó y...y me dijo que solo quiere usarte. ¿Ves como no es bueno? ¡Yo sí! Quiero decir... que yo sí soy buena influencia, no como ese...no se como definirlo- Resopla.
Me giro y creo que tengo una cara de desprecio demasiado exagerada, pero no puedo evitarla. Noto como mis ojos se llenan de rabia, no conozco a este Jake.
-Gracias por la información Jake.-Le digo mientras abro la puerta de el cuarto.- Por cierto, Gale estaba conmigo cuando recibí el mensaje de mi madre, por lo que todo lo que me has contado es mentira.- Él palidece- Cuando te apetezca decirme por qué has hecho esto me llamas.- Cierro la puerta y salgo hacia mi casa.
Mi móvil comienza a recibir mensajes. Todos de Jake pidiendome perdón, pero ninguna explicación. Al meterlo en mi bolso noto al tacto un papel. Su numero. El de Gale.
-Hey- Contesta.- ¿Qué pasa mojigata, me echabas de menos?- El viejo Gale ha vuelto.
-Yo, eh...no, claro que no. Solo me apetecía salir un poco pero da igual.- Le digo mientras me retiro el móvil de la oreja.
-No no espera. Sí, ¿dónde nos vemos?
-¿El descampado?
-Está bien, voy para allá.- Cuelgo y camino hacia allí.
Cuando llego veo a Zack, Angie y Kat. Mierda.
-¡¡Jess!!- Dice Angie mientras se levanta de las piernas de Zack. Kat me mira.
-Hola- La sonrío calidamente mientras me abraza.- ¿Cómo estás?
-Genial, ¿tú?
-Bien.- En ese momento veo a Gale pasar por mi lado sin apenas mirarme y saludar a Kat y Zack.
-¿Qué hace aquí la mojigata?- Les dice mientras me mira.- ¡¿Este no es tu sitio no niña?! Vete antes de que te hagas daño...- Dice mientras ellos ríen.
Noto como los ojos se me llenan de lágrimas y me aparto de Angie tambaleandome. Es la única que no se ha reído y me mira preocupada. Agradezco que al menos alguien no desee mi malestar.
Miro a Gale. A esos ojos azules, y no sé cuanto tiempo me mantengo ahí, pero salgo corriendo. Debí esperarmelo. Una niñita buena e inocente no encaja en su mundo. Le doy vergüenza. Es comprensible, no soy suficiente. Él necesita a una pelirroja con más pecho que yo y menos botones para taparlo. Alguien con quién pasarlo bien. Yo no estoy a la altura.
Pasan las horas y sigo dando vueltas. Por primera vez en mi vida no quiero ir a mi cuarto para refujiarme de mis problemas, porque en casa solo encuentro más.
-¿Qué haces por aquí?- Oigo su voz pero no me asusta, es Dan. Creo que me estoy haciendo inmune a él.
-Pasear- Le digo girándome.
-¿Quieres venir conmigo?- Me dice. ¿Por qué no? ¿Porque Gale lo diga? Las veces que se ha sobrepasado estaba borracho, y ahora mismo estoy enfadada. Estoy cabreada. No dependo de Gale. No dependo de nadie, ni siquiera necesito a Jake. Estoy harta de toda esta mierda en la que se ha convertido mi mundo últimamente.
-Sí.- Le digo. Él muestra su sonrisa repulsiva y yo le sigo.
-Vayamos a una fiesta, ya sabes que yo siempre las tengo preparadas.- Se ríe él. Creo que son como las siete, en pocas horas mis padres comenzarán a preocuparse, pero me da igual. A noche mi madre no lo hizo.
-¿Por qué no? Claro- Le digo riendo.
Llegamos a un parque lleno de gente. No sé donde estoy, pero sabré volver.
-Hola- Comienzo a saludar a gente que Dan me presenta. Tienen muchos pircings y tatuajes, y hay chicas con el pelo verde y azul. No me gusta demasiado.
-Ten- Me dice Dan mientras me da una bebida.
-Oh yo no bebo gracias.- Le digo.
-¿Quieres divertirte y no beber?-Ríe- Creo que no sabes divertirte de verdad...- Tiene razón.
-¿Ah no? Mírame.- Cojo la copa y me bebo la mitad de golpe. Me mareo un poco, es la primera vez que bebo alcohol. Me mira sorprendido y sonríe. Que asco.
-Muy bien mojigata...vas aprendiendo.- Me pone la mano en la cintura. Claro que voy aprendiendo. No dependo de nada ni de nadie. Puedo hacer lo que quiera.
-Hola- Me dicen por atrás.- Es uno de los chicos que me presentaron antes. Tiene los ojos negros y el pelo algo más largo de lo normal, también negro, y un pircing en la ceja. No me gustan los pircings, ¿lo he dicho ya?
-Hola- Le digo girándome.
-Soy Alec, ¿quieres...venirte conmigo?- Claro que quiero, querrá irse a tomar el aire o presentarme más gente.
-Claro.- Le digo.
Me conduce a un rincón algo más alejado de la gente y oscuro. Comienza a besarme en el cuello y sube a la mejilla, y no sé por qué no le detengo. Es como si quisiera hacerlo pero no pudiera. Estoy aturdida y comienzo a pensar que me han hechado algo en la bebida.
¿Soy estúpida? Ahora me doy cuenta. Venirme con Dan, ¿pero qué me pasa?
-Para por favor- Le digo entre suspiros.
-De eso nada niñata, tienes pinta de virgen, pero eso hoy se acaba.- Me dice empujandome más contra la pared.
-¡¡¡¡¡¿¿¿¿Jessica????!!!!! ¿¿¡¡Qué cojones haces!!??- Gale. Empuja a Alec y él se va enfurruñado.
-No te necesito.- Le digo aún aturdida.- Dejame en paz falso de mierda. Eres un hipócrita. Y si quiero pasarmelo bien con Alec lo hago, ¿Qué vas a hacer tú? No te entiendo, no te importo nada.
Se queda callado.
-Tú no eres así Jess. Sé que lo estás pasando mal pero...no tienes que hacer esto. Lo siento. ¿Me perdonas?
-No.
Se acerca más.
-¿Me perdonas?
-...He dicho q-que no.
-...¿Me perdonas?- Nuestros labios se encuentran a milímetros. Quiero que sea con él. Que mi primero beso sea con él. Sin pensarlo dos veces acerco mis labios y me abalanzo. Le noto tenso, creo que no se lo esperaba, pero en segundos se relaja, y eso hace que yo también lo haga. Pasa los brazos por mi centura y me acerca más a él, pero de forma dulce. No sé besar y el lo sabe, una pequeña risa sale de él y yo me pongo roja. Me alegro de que no me vea.
-Definitivamente no quiero volver a verte hacer algo así otra vez.- Me susurra.