CAPÍTULO 4

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Alguien me coge de la mano y me empieza a dirigir, está demasiado oscuro para ver quien es. Solo acierto a ver su mano y su muñeca con una pulsera de cuero, que tiene una G marcada. Empiezo a escuchar ruidos, ¿ Qué es eso? Parece el mar. Siguen arrastrándome, pero no sé a donde, tengo mucho miedo. Creo que ya se lo que suena, es un acantilado. ¿Tendrá pensado tirarme?

Suena el timbre

Suerte, solo era una sueño, o mas bien una pesadilla, aunque esa pulsera me es...

Vuelve a sonar el timbre,

¿ Quien sera a estas horas? Escucho como mi madre abre la puerta.

- Hola, buenas noches, sentimos las molestias, pero deberían venir ahora mismo, ha ocurrido algo.

- ¡Marcus, ven, corre!

Oigo como se cierra la puerta, ¿un accidente?, corro a la habitación de mi hermana. No está.

- ¿Kim? ¡¿Kim?!- empiezo a respirar mal.

-Jess! ¿Que pasa? - Está en la puerta, con un cuenco de cereales entre las manos.

- ¡Kim! ¡Pensaba que te había pasado algo!- la abrazo, lo que hace que el bol se derrame por la moqueta de la habitación

-Jess, tranquila ¿Que ha pasado?- Me dice devolviendome el abrazo.

Suena el teléfono

-¿Diga?

-Jess cariño, sería mejor que vinieseis a la parroquia, esta aquí la mitad del pueblo.- Cuelgo, sea lo que sea, prefiero verlo en persona.

Nos vestimos y salimos corriendo, no nos hace falta andar mucho para verlo. Se escuchan las sirenas, y se empieza a ver humo, es evidente que hay fuego. Me voy acercando, empiezo a ver las llamas, veo a mi padre, veo las lagrimas de todos, ¿ Cómo ha podido pasar esto?  Cierro los ojos, ojalá esto volviese a ser una pesadilla, pero no lo es, es tan real...

Me quedo quieta, sin saber que hacer, viendo como poco a poco van apagando el fuego. Suerte que no había nadie dentro.

- Por favor, vuelvan a sus casas-. Escucho la voz de un hombre .Pero mi vista sigue fija es lo que siempre ha sido mi segunda casa.

Me despierto, no, no ha sido un sueño, recuerdo perfectamente todo lo que pasó anoche, bajo las escaleras, mis padres ya están aquí, anoche tuve que volverme antes que ellos.

El desayuno ya esta en la mesa. Comemos en completo silencio hasta que habla mi padre.

-Me han llamado hará unas dos horas, quieren que vaya a ver los daños de la parroquia, o lo que queda de ella.

-Te acompañaremos papá-. Le sonrío, ahora tenemos que estar con él mas que nunca.

Poco mas de una hora mas tarde estamos ya dentro, está todo destrozado, aunque parece tener algo de arreglo, qué sabré yo.

- Buenos días señor, siento mucho lo ocurrido-. dice un hombre alto con bigote y ojos inexpresivos.- Y aun siento más lo que he de comunicarle ahora.

Silencio

-El incendio fue provocado-. dice con voz firme- aún no sabemos quién o quienes han sido ,pero estamos tratando de averiguarlo.

No puedo creerlo, ¿Quién haría todo esto? Me dirijo hacia los restos de la primera fila de asientos. Ahí en el suelo esta una de las cestas de las ofrendas. No entiendo como ha conseguido quedar casi intacta. Me acerco para recogerla. Hay algo en ella. Oh no...

Recojo el objeto corriendo y me lo guardo en el bolsillo.

Otra parte de mí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora