-¿Volvemos a la fiesta?- Me dice sonriendo mientras me empuja y me hace cosquillas. Me gusta eso de él, siempre está de broma.
-Claro.- Asiento. En ese momento me coje de la mano. Siento un escalofrío pero no importa, sienta bien.
Entramos en la fiesta y para mi sorpresa no me suelta la mano. Todos se quedan mirando y no sé por qué él se para delante de ellos unos segundos, como para que les quede claro que lo que están viendo es real. Aún no me ha quedado claro ni a mí. Agacho la cabeza y tiro de él para sentarnos, pero le aparto un poco de Kat.
-Eh...¿seguís jugando o...?- Pregunta Angie.
-No, solo miramos.- Responde Gale por los dos. No me gusta que decida por mí pero es lo que yo habría dicho asique está bien.
-¿Y vosotros a cuento de qué vais de la manita? Que asco.- Dice Kat a mi lado. Me hierbe la sangre. Seguro que estoy roja ahora mismo.
-Porque estamos juntos.- Responge Gale a mi espalda. Aún no nos las hemos soltado.
-¿Cómo juntos? Gale si tu no eres de esos, ya sabemos todos el rollo que te va...- Dice riendo Kat. Me entra el pánico, ¿a qué se refiere? Supongo que ya lo sé... Agacho la cabeza y trago para que no se me escape ese nudo de la garganta en forma de lágrimas.
Noto como me acerca a él y me levanta un poco la cabeza, pasandome su brazo izquierdo por detrás acurrucandome más en su costado.
-Ya no.- Le responde mientras me sonríe.
La fiesta acaba y no hemos vuelto a ver a Dan por la casa. Kat se quedó paralizada desde la respuesta de Gale y Angie y Zack no paraban de mirarnos. Lo cierto es que los demás tampoco pero ellos no me importan. No los conozco.
-Vamos a casa, son las cinco y media, puedes llegar tarde.- Me dice Gale mientras nos levantamos.
Caminamos hacia mi casa y al llegar me da un beso en la mejilla no demasiado corto. Me gusta.
Comienzo a caminar hacia mi casa mientras le dejo atrás pero tengo un mal presentimiento. ¿Qué pasa? Ando cada vez más deprisa y abro la puerta rápido. Enciendo la luz y el panorama es desolador. Las sillas rotas por el suelo, platos rotos, papeles...Alguien ha entrado.
Se me corta la respiración y solo puedo pensar una cosa. Papá, mamá, Kimi. Jadeo y subo a las habitaciones dejando la puerta abierta. Creo que he oido a Gale gritar mi nombre pero me da igual. Abro la puerta de mis padres rápidamente y ahí están, durmiendo. Corro al cuarto de Kim y abro lentamente. Respira profundo en la cama. Me acerca a arroparla y el mundo se me cae.
La pulsera con la G marcada. Aquella pulsera que encontré en la Iglesia cuando fue quemada. Aquella pulsera que yo misma le devolví a Gale. Alguien se la había quitado, ha entrado en el cuarto de Kimi dejandola allí, ha destrozado mi casa y se ha largado. Creo que me entra un ataque de ansiedad.
Corro fuera de mi casa esperando no haber despertado a mis padres y antes de salir encuentro a Gale en mi salón mirando el destrozo.
-Gale.- Le digo mientras intento respirar.- Mira.
Gale mira mi mano con la pulsera y abre los ojos.
-¿Cómo cojones ha llegado hasta aquí?
-No lo sé, sé que tú no has sido, lo sé...- Le digo sollozando.
-¡¡¡¡¿¿¿Qué está pasando aquí???!!!!- Mierda, mi padre.
-No papá, yo...
-¿¿Quién es este tipo y qué hace en mi casa?? ¿¿¿¿Y tú qué haces vestida así???? ¡¡Pareces una fulana!!
-¡Papá puedo explicartelo!- Mentira, no puedo.
-¡¡¡Mi salón!!! ¿¡ Qué le has hecho a mi casa y a mi hija desecho!?
-Papá no le hables así, es todo culpa mía. ¡No ha sido él! Han entrado en casa, no sé quién.
-Señor, mire que de verdad yo no he sido. No la hable así.- Puedo notar como tiembla de rabia y como piensa las palabras para hablarle de usted.
-¡¡Eres una maldita bastarda!! ¡¡Con todo lo que te hemos dado en esta casa!! En vez de agradecerle a Dios y orarle por las noches te vas como una cualquiera a restregarte con gente como esta.- Mira a Gale con asco.
-No papá, son gente como tú y como yo y debemos respetarlos. Eso también lo dice Dios- Gale me mira con cara rara y está empezando a tensar los músculos.
En ese momento mi padre me levanta la mano y Gale sale de detrás de mí para sujetarlo.
-Como la toque un solo pelo le denuncio.- Le dice con cara de odio a pocos centímentros. Creo que me va a dar un infarto.
-Vámonos Gale.- Le digo agarrándolo por detrás de la tripa. Está duro asíque es fácil.
-Vámonos.- Le repito. Ahora le retira la mirada a mi padre y comenzamos a andar hacia la salida.
-¿¿¡¡A dónde te crees que vas!!?? ¡¡Eres una cría vuelve aquí!!- Baja Kimi frotándose los ojos. No quiero que vea esto. Rápidamente retrocedo y me agacho.
-Cariño vuelve a la cama, es pronto, mañana toca colegio, ya sabes.- Le digo.
-¿Pero qué pasa Jess?- Me dice aturdida aún.
-Nada cielo, cosas nuestras, venga vuelve a la cama.- La susurro. Se da la vuelta y vuelve a subir las escaleras.
-No grites más, has despertado a Kimi y despertarás a mamá. Y no soy una cría, me largo.
-¡¡No puedes!!
-¿¿Por qué?? ¿¿Porque tú me lo dices?? Ya bueno, no me importa. Estoy harta de hacer lo que vosotros me digáis teniendo mi vida cuadriculada. Adios.
Me pongo un poco por delante de Gale para que parte de su espalda me cubra mientras dejo a mi padre mirandome y caminamos. No sé a dónde, pero lo hago.