El resto de la semana fue una tortura, mi maestra aún no se comunicaba conmigo, la compañera de cuarto cada día era más insoportable, tenía mis uñas muy lastimadas, dar un paso era doloroso.
Por más que practicara ballet, mi cuerpo no se acostumbraba, pero a pesar de todo, era la mejor de la clase y ni siquiera quería ser lo, no sabía cuánto más podía soportar lo, pero cada vez que cruzaba ese pensamiento, recordaba las palabras de Kook, y todo lo que habían pasado ellos.
Al recordar eso, limpiaba mis lágrimas y seguí practicando, y tenía también la esperanza de volver a verlos y eso me daba más fuerzas aún.
Ya era domingo, y estaba afuera esperando a que me buscaran. Una camioneta negra estacionó al frente y fui corriendo, en su interior solo estaba Suga.
- Y los chicos.-pregunté.
- Si bueno, al parecer no vendrán hoy.- dijo algo incómodo.
- ¿Como así?.- estaba confundida.
- Bueno, dijeron que no darían tiempo para nosotros. - dijo algo avergonzado.
- Ya veo.- me sonroje y sonreí. - entonces que haremos.
- La verdad, no quiero decepcionarte, pero salir implicaría que nos vieran y ya sabrás que sería un problema para los dos.- me miró.
Era cierto, mi empresa pedía estrictamente nada de relaciones hasta que acabara mi contrato. Y aunque a el le permitieran tener parejas, el fandom no lo permitiría, y los perjudicaría.
- Entiendo.- trate de sonreír, pero me sentía algo frustrada.
- Daniela...- dejo las palabras al aire.
Lo único que podía hacer esa mirarlo y el a mí, en su mirada se veía también un poco la decepción por toda esta situación.
Hoy era nuestro día juntos, y no iba a dejar que se arruinará, pues mi mano sobre la suya y sonreí.
- Podemos, pedir comida y tal vez, por la noche ir a un cine, a esa hora tal vez no haya tanta gente.- trate de ver el mejor lado de la situación
- Si, tienes razón.- me sonrió.
Dios, ver esa sonrisa, me aceleraba el corazón, era como un sueño.
El después de eso arrancó el auto, y fuimos a Mac Donald, pidió rápido y nos lo entregaron por la ventanilla. Entrego la tarjeta y de inmediato el empleado se dio cuenta de quién era, me miró y luego volvió su vista a Suga.
- Por favor, no digas nada. - le suplico Suga.
- S-si...- se veía algo nervioso.
Después de unos minutos nos entrego nuestro pedido y nos fuimos rápido.
- ¿Crees, que...
- Tal vez.- me interrumpió.
- Quizás, debamos deja...
- No.- dijo firme.- no se cuanto e esperad por eso, Daniela... no quiero esperar más.- apretó el volante.
No dije nada, yo me sentía igual, pero debíamos no exponernos. Mordió mi labio, me ponía ansiosa, no quería que el tuviera problemas, y más si llegará a yo tener la culpa.
- Todo estará bien.- ahora era el quien tomaba mi mano y me tranquilizaba.
Lo miré, no sabía ni que haces, apenas estaba comenzado y ya nos habían visto...
- Confía en mí.- me sonrió.- todos pueden irse al carajo, nadie nos tomó fotos, todo seria inventado. Tranquila.
Rei un poco al escucharlo decir esa grosería, conocer a este Suga, que era tan diferente de como lo conocía por la televisión era muy interesante.
Me sentía especial por ver esa personalidad en él.
- A donde iremos ahora. - lo miré.
Después de eso estacionó por un parque. Y me dio la comida.
- Comamos aquí mientras esperamos que anochezca.
- Bien.- comence a comer.- la entrenadora me mataría por comer esto.
- Te veo más delgada.- me miro.
- Ah si... supongo que aquí estoy gorda para sus estándares y bueno a todas nos ponen hacer dietas seguir comiendo.
- ¿No puedes salirte de esa mierda?.- parecía algo irritado.
- Mire el contrato y solo podría hacerlo y pago una suma muy elevada.
- Yo lo puedo hacer.- me miro.
- No... yo quiero bailar es lo que más me gusta, y desde que se fue mamá es lo único que me queda.- se me quebró un poco la voz.
- Tu mamá..- me miro sorprendido y luego me abrazo.
No pude más y comencé a llorar, aun la extrañaba, estaba aquí porque ella me había ayudado... No sabía que más hacer.
- Yo... yo puedo ayudarte, todos los chicos lo haríamos, serías bailarina de nuestra empresa. Ven conmigo. - me abrazo más fuerte.
La verdad, es que si era una buena idea, pero también mala. Si se llegara hacer público eso, los perjudicaría a ellos y no quería eso.
- Lo pensaré. - dije no muy convencida.
- No estás sola aquí.- se separó y me miro.- haría lo que fuera por ti.
Me sonroje un poco, pero eso me consolaba un poco.
- Gracias.
Los dos seguimos comiendo y hablando, de cuando el también estaba comenzado, de como se sentía. Me encantaba escucharlo y cada vez sabía más cosas de él.
Aunque es cierto, que los artistas no se muestran algunas veces como son, él no cambiaba mucho de lo que pensaba de él.
Ya en la noche, fuimos al cine, y como pensaba, no había demasiada gente, pero el problema era comprar las entradas.
- ¿qué hacemos?.- lo mire.
- Nose.- suspiro.
- Y si vamos a un cajero.
- Si no hay mucha gente, podríamos hacerlo.
El comenzo a caminar y yo lo seguía, pero al llegar al cajero si había una fila. Los dos suspiramos.
- Bien, quizás debamos ir a otro lugar.- me dijo.
- Eres...- una niña se nos acercó.
Los dos nos miramos.
- Eres Suga.- grito.
Todos alrededor nos miraron.
- No, estás equivocada niña.- dijo Suga y comenzo a caminar.
- Y tu quien eres.- la niña nos siguió.
- N-nadie.- dije.
De un momento a otro, varias personas estaban a nuestro alrededor, tenían sus celulares apuntandonos, me comenzaba a sentir asfixiada, no sabia que le podía suceder o a mí.
- Hey Daniela..- se me acercó.- respira.
- ¿Por qué la trata así? .- escuchaba susurrar a varias personas.
- ¿Quien es?. ¿CREES QUE ES SU NOVIA?.- Todos se nos acercaron rápido.
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EN CUARENTENA CON BTS
FanfictionTodo el mundo se pone de cabezas ha causa del COVID-19. Mientras tanto Suga es retado por Jung Hoseok. Daniela, la chica que es parte del reto. Los dos están separados, son de mundos diferente, aunque con los mismos sueños, tienen complicaciones dur...