EN CUARENTENA CON BTS

Contrató

Había llegado, estaba al frente de la empresa, y varios paparazzi esperándonos... No sabía lo que me esperaba al entrar por esas puertas, tenía mucho miedo, las manos me temblaban.

No sabía en qué pensar, o que hacer, pero al salir de la camioneta, y verlo, intentando buscarme entre tanta gente, me dio tranquilidad.

Estaba, jodida, muy jodida... Pero al mirar sus ojos, no pude pensar en más nada que solo en él. El solo me asintió, y nos llevaron entre toda esa multitud, algunos intentaban quitar la gorra celular cubrebocas que tenía puesto pero los guardias no lo permitían.

Adentro, pude ver a todos los chicos, tenían cara de preocupación, y me sentía culpable por la situación. Intentaron acercarse en cuanto me vieron, pero los mismos hombres no lo permitieron.

'Esta bien' fue lo único que les pude decir, antes de subir al elevador, ya no veía a Suga, y no sabía dónde estaba, cuando había entrado ya había desaparecido de mi vista.

Temia más por el, que por mí, el tenía todo un futuro por delante, yo aún era una estudiante, podía volver a empezar, podía esperar o hacer otra cosa. Pero él, no quería que dejara sus sueños por mi, no soy tan especial para que el arriesgué todo por mí.

'Din', se abrieron las puertas, y fuimos hasta una oficina, en ella se encontraba un señor con traje caminando por la habitación. Me senté en la silla que me dijeron, y solo miré a mis pies.

- P-perdon...- la voz me temblaba.

- ¿Quien eres?.- dijo serio.

- Daniela.- trague fuerte.

- Eres extranjera, ¿que haces en Corea?.- se sentó al frente de mi.

- Estoy, becada por la academia Xxxxx...- desvíe la mirada de él.

- Bien, avisen le a su academia que necesito que venga la encargada.- le dijo a un hombre y este salió rápido.

- ¡No!... Si, se enteran de esto, quizás no pueda bailar más, y yo...- un nudo se hizo en mi garganta.

- Ja, sabes todo el problema que hay, y tu solo piensas en querer bailar.- suspiro.- no se que castigo tendrás que pagar en tu academia, pero vas a firmar un contrato de alejamiento y discreción.

- ¿C-como..

- Como oíste, no puedes estar cerca de los chicos, sino irás presa, y como no saben, quien eres, es más fácil mantener la discreción. - me acerco un papel.

- N-no...- me mordi el labio.

- Que.

- No lo firmare, ellos son mis amigos, no me quiero alejar de ellos.- dije firme.

- Ja, ¿amigos?.- bufo.- solo eres una distracción para ellos, si esto sigue así, sus carreras se acabarán, decepcionarian a muchas personas, solo eres una molestia... y dudo mucho que enserio seas su amiga  solo eres un pasatiempo.

No, no claro. Apreté fuerte mis manos, ellos no eran así, me habían enseñado lados que muchos no veían, me han apoyado, me han dado ánimos, se preocupan por mí.

- Esta equivocado.- dije mirándolo.- ellos no son así, no se quien eres, pero no los conoces, así que no hable de esa manera de ellos.- dije molesta.

- ¿Acaso quieres que termine con tu carrera antes de empezar?.- se acercó.- solo eres una mocosa.

Me paralice un poco, era cierto, ellos tenían el poder de hacer eso. No lo había pensado hasta ahora, pero aún así, Suga dijo que me ayudaría, no estoy sola.

Pero tampoco quiero ponerlo en contra de su agencia. Estaba entre la espada y la pared, firmar ese contrato era la solución, pero con el costo de no volver a verlo o a saber de ellos... y sino no firmaba, podría acabar mi carrera, ellos seguirán, y quizás después se olviden de mí...

Dios no, acabo de sermonear al otro por decir lo que acabo de pensar, y ahora... ellos nunca se olvidaran de mí.

- No pienso firmar, lo siento.- respire hondo.

- Bien.- dijo sin más.

- Quiero hablar con Suga y los chicos.

- ¿Acaso estás loca?.

- Quiero verlos.- dije molesta.

- Bien, como sea, llamen los. - le dijo a un hombre con traje.

Espere unos minutos hasta que tocaron la puerta, pensr que eran ellos pero era la jefa. Ella se puso al lado mío.

- Ya me han informado todo, quisiera unos minutos a solas.- parecía molesta.

El señor asintió y todos salieron, me puse de pie.

- Firma esa hoja.- me ordenó.

- N-no.- trataba de sonar firme.

Después solo se escuchó su mano chocando con mi mejilla, un sabor hierroso me hizo darme cuenta de que estaba sangrando mi labio.

- Es que acaso eres estúpida. - estaba alterada.- reacciona, no eches a perder tu carrera, además tienes que pagarnos por todo lo que nos has echo gastar sino firmas ese maldito papel.

Quería llorar, me sentía tan pequeña, estaba en un mundo totalmente distinto a lo que había imaginado. Me sentía sola, aunque sabía que no lo estaba, tenía miedo, quería a mi mamá, pero ya no estaba..

- No lo firmare.- dije con la voz entrecortada.

- Bien, tienes un mes para pagarnos o sino te demandamos. - fue lo último que dijo antes de irse.

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GRACIAS POR LEER ^^