- Buenos días.- mire a Daniela salir del cuarto.
- Hola.- me sonrió.
La mire desde donde estaba parado, se veía tan pálida.
- Ven a comer.- me acerqué.
- No tengo hambre.- me dio una sonrisa torcida.
- No, vas a comer.- la agarre del brazo con cuidado y la sente en la mesa.
Ella me miro y sonrió.
- Si, señor.- tomó la cuchara y comenzo a comer de a poco.
- ¿Esta Rica?.- le había preparado una ensalada de frutas.
- Si.- ya iba por la mitad del plato. - no puedo más.
- Esta bien.- suspire.
- Me cambió y salimos.- se levantó y fue hasta el cuarto.
Mire el plato, me preocupaba que se enfermara, o valla a empeorar, ya había perdido mucho peso en tan poco tiempo, se vea pálida, dormía mucho, se cansaba.
Ojalá pudiera hacer más por ella.
- Estoy lista.- la mire salir.
- Bien, después de salir los chicos quieren que te lleve a la empresa, pero si no te sientes bien, podemos regresar directamente. - los dos nos dirigíamos a la camioneta.
- Esta bien, iré.- me sonrió.
- Esta bien.- nos subimos a la camioneta. - pero no debes sentirte presionada.
- Jin, gracias por preocuparte tanto. - la mire y tenía su rostro rojo.- me recuerdas a mi madre.- lagrimas rodaban por sus mejillas.- me recuerdas tanto a ella, lo mucho que te esfuerzas, lo importante que son todos para ti, como intentas ayudarme, la extraño tanto, ojalá hubiera podido estar más con ella...- me partió el Alma escucharla.
- Ya, ya.- la abracé.- ella estaría muy orgullosa de lo que eres ahora.
- Jin, espero que siempre seas así, espero que siempre estés para ayudar a los demás, que siempre te preocupes por esos 6 chicos tan locos, y aveces imprudentes, si no llego a estar ayuda los, eres una persona fuerte y que se esfuerza mucho.- Hablaba entre sollozos.
Mientras la escuchaba algunas lagrimas salían, pero no podía evitarlo, escucharla hablar con tanto dolor, a cualquiera le hubiera dolido.
- Haré mi mejor esfuerzo.- dije con la voz un poco ahogada.
Nos quedamos así por un rato, Nam y yo sabíamos, que se estaba haciendo la fuerte por esos 5 chicos, ellos aunque fuera mayores que ella eran muy sensibles, y agradecía que lo entendiera y ayudara a estar más tranquilos consigo mismos.
Ya por la tarde, después de esa tortura, Daniela no quiero volver al apartamento y fuimos a la empresa.
- Daniela.- Suga se le acercó y la abrazó.- deberías haber ido a descansar. - le dio un beso corto en los labios.
- Esta bien.- le sonrio.- me enfermare aún más si solo estoy acostada.
- Daniela.- Kook al mirarla se le acercó.
- ¿Como te ha ido con el trabajo?.
- Bien, J-hope hizo un coreografía y quería mostrarte la, y cuando te mejores la practicamos.- la agarro del brazo y se la llevo con el.
- JungKook, ten cuidado con ella.- Suga iba detrás de ellos.
Los segui, mientras veía como se reían, Suga regañandolos para que tuvieran cuidado. Cuando los demás la vieron, se les iluminaron la cara y se les acercaron.
Ella era una persona que nos ayudaba positivamente, nos apoyaba, siempre sabía que decir, aunque fuera casi un años que nos conocemos, ella nos había descifrado bastante bien y sabía como interactuar con cada uno haciéndonos sentir especiales.
La verdad, no veía un futuro sin ella a nuestro lado, y se hacia difícil imaginar lo.
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EN CUARENTENA CON BTS
FanfictionTodo el mundo se pone de cabezas ha causa del COVID-19. Mientras tanto Suga es retado por Jung Hoseok. Daniela, la chica que es parte del reto. Los dos están separados, son de mundos diferente, aunque con los mismos sueños, tienen complicaciones dur...