Querido diario [Bakugou Katsuki x tú]

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Dos meses más tarde.

Ella aún no despertaba.

Luego de que Katsuma ayudara a que ____ se recupere de todas las heridas físicas, no logró hacerla despertar.
Igual la madre de ella le agradeció hasta lo último al joven héroe, su aporte no fue en vano.

En cambio Bakugo no soportaba el sentimiento de frustración que cargaba en su pecho. Aún así no faltó un día en visitarla en el hospital.

Llevaba jazmines, ponía música del estilo que ___ disfrutaba, le contaba sobre su día en la agencia y las patrullas que hacía.

Bakugo la quería de vuelta.

Extrañaba molestarla para que pelearán por tonterías, apreciar su leve sonrojo que nacía cuando se acercaban mucho, le encantaba patrullar con ella porque admiraba el trabajo impecable que realizaba.

Con su ausencia entendió cuánto la estaba amando en tan poco tiempo.

- Ya me tengo que ir ____, espero que mañana despiertes - Dijo antes de besar la mano de la castaña.

Se levantó de su asiento y la observó unos segundos más.
Quería decir aquella frase que jamás dijo por otra persona, pero su garganta dolía.

No tuvo más remedio que irse directo a su departamento.

Desde que ____ entró en coma, Bakugo siempre trata de plasmar sus sentimientos escribiendo en una agenda negra.

Si ella pudo hacerlo en la época académica... también lo intentaría.
Él creía que en cualquier momento ____ despertaría para leer todo lo que estuvo escribiendo este tiempo.

Y no le daba miedo que ella sepa de sus sentimientos, el problema radica en que no sabe cómo poder expresarlo correctamente para que entienda.

No quería espantarla si es que se llega a expresar de manera "extraña" como lo dice el rubio.

"Antes de salir de hospital quedé unos segundos mirando tu hermoso rostro.

Tan pacífica y  delicada.

Sólo quiero que despiertes de tu larga siesta para decirte lo que siento por ti.

Estoy listo para corresponder tus sentimientos. Pero, no me sale la voz si tus ojos no me miran para darme el valor que necesito."