Querido diario [Bakugou Katsuki x tú]

24

Otro mes más culminado y ____ aún no ha despertado.

Con el pasar de los días Bakugo sigue visitando a ____, no pierde las esperanzas de volver a verla fijamente a los ojos.

Dos cosas tenía claro el rubio: que la amaba y que entendía el porqué a ella le gustaba escribir tanto.

El héroe se refugió en la escritura como un medio terapéutico, todo lo que pensaba o le ocurría en el día lo anotaba sin dudar.

Ya no hay hojas dónde no esté el nombre de ella, era lo que más pasaba por sus pensamientos.

Extrañaba escucharle la voz, que se ría sin tapujos, que le hable de sus gustos.

Quería todo de ella.

- Oh Bakugo-san no sabía que estaría aquí - Habló el joven Katsuma.

- Tranquilo, haz lo tuyo que yo aquí soy un mueble más de la habitación - Dijo el rubio mientras continuaba escribiendo en su agenda.

El castaño asintió y se acercó a ____. Tomó sus manos y comenzó a curarla nuevamente, como su cuerpo no estaba en movimiento absoluto tenía que curarla de vez en cuando para que no se le atrofien los músculos y evitar cualquier otro tipo de inconveniente.

- Una de las razones por la que estoy aquí voluntariamente es porque ya conocía a ____ antes - Habló suave el castaño.

Bakugo llevó toda su atención al chico.

- ¿Dónde la conociste? - Preguntó.

- En el bosque - Dijo con media sonrisa - en una noche me convenció de que mi decisión de ser un héroe no era una perdida de tiempo, las palabras que salieron de su boca aquella vez me salvaron de dejar este mundo. Por eso siento que le debo la vida y esto no es nada para ayudarla a seguir - Dijo mientras volvía a bajar la mano de ella - tiene un corazón muy hermoso, espero que pronto despierte.

- Lo hará, porque estás aquí ayudando - Respondió Bakugo - solo sigue viniendo, es cuestión de tiempo para que vuelva a abrir los ojos.

Katsuma sonrió ampliamente y asintió felíz, se despidió y salió de la habitación.

El rubio dirigió su mirada al rostro de la castaña.

- ¿Quién diría que tus acciones te favorecerían a futuro? - Dijo en broma pensando en toda la estrategia de su agenda morada.

Tomó una de sus manos y sonrió levemente.

- Ya despierta holgazana...