Capítulo 7.¡MALDITAS NOCHES!
No puedo dormir, estoy en el techo de mi casa viendo las estrellas, como solía hacerlo Oli, las noches son cada vez más tristes y agotadoras, en las tardes podré estar risa y risa, pero las noches me afectan más de lo que deberían.
- Ven, Emmita- dijo Oli tomándome de la mano.
- ¿Y si me caigo?- pregunté más tímida de lo normal.
- Yo te atraparé.
- ¿Y si no llegas a tiempo y muero?
- Emmita, no pienses eso, yo voy a protegerte todo el tiempo y te prometo que no vas a caer, solo es el techo de la casa.
Avancé hasta donde él estaba y me senté a su lado.
- Lo ves, no pasa nada- me recordó.
Le dediqué una sonrisa, haciendo que me abrazara y nos acostáramos.
- ¿Ves esa estrella de allá?- dijo señalando el cielo nocturno.
- Sí.
- Ahora júntala con esa otra y esa otra y esa dé por allá y esa y esa...- dijo hasta llegar a 10 estrellas- ¿Qué forma?
- Un corazón.
- Exacto, yo te entrego el mío, para que lo cuides mucho.
Hice una cara sorprendida ante su comentario.
- Prometo cuidarlo por siempre.
El recuerdo de mi yo de 8 años con mi hermano me hizo llorar sin control, lo extraño y demasiado, sin mentir, desde que salí corriendo de su funeral, nunca lo eh ido a visitar, porque sé que no me será fácil, parezco desesperada, pero sí, ¡Quiero a mi hermano de vuelta!, el que muriera fue mi culpa y no saben lo triste y culpable que es saber que fue por una estupidez propia, Oli seguiría vivo si yo no hubiera ido a esa fiesta de mierda o por lo menos seguiría vivo si no lo hubiera convencido, pero ¡NO!, lo obligué a ir y todo salió incluso peor, ya no puedo, no más, me eh hecho la valiente más de lo que podía y ya no...
Unos pasos cerca me sacaron de mis pensamientos- aunque no paró mi llanto- giré mi cabeza y mi madre se estaba sentando a mi lado, me puso una mano en mi espalda y observó el cielo.
- Sabes...- empezó.
- No necesito que vengas a consolarme- le interrumpí.
- No vengo a consolarte- la miré.
- ¿Ves esa estrella?- continuó señalando a el cielo.
Justo cuando hizo ese movimiento y lo que dijo, creí estar viendo a Oli sentado junto a mí, con mi yo de 8 años. Cuando vi lo que señalaba, eran dos estrellas muy brillantes.
- Imagina que esa es Oli- señaló la más brillante- ¿Qué crees que estaría pensando justo ahora que tú estás llorando aquí?
- Que soy una cobarde.
Ella miró al cielo nuevamente y entreabrió los labios.
- Esa estrella, es la persona...
- Que más marcó en la vida de uno y que por alguna razón ya no está en vida- terminé por ella.
- Así es. Para toda la familia es Oli, sé que parece que demostramos que no nos importa su muerte, pero no es así, nos importa y mucho, tanto tu padre como yo, hemos tenido problemas en el trabajo por recordarlo, sé que es difícil, pero debemos dejarlo descansar en paz, ¿no crees?
- ¿Sabes cómo murió?- pregunté repentinamente.
- Por una bala, pero no es momento de rec...
- Fue mi culpa- le interrumpí.
- No creo que haya sido tu culpa, Emma. Él sabía lo que hacía, no te eches la culpa así como así.
- ¡LO DIGO PORQUE YO ESTUVE AHÍ, SE SACRIFICÓ POR MI!- grité.
Mi madre parecía sorprendida, pero no me dijo nada más. Me abrazó y me susurro un "tranquila, ya pasó", haciendo que volviera a llorar, ella no me soltó por un buen rato, me cansé de tanto llorar que fingí estar dormida, pero no sin antes sentir que unos brazos me tomaban y me llevaban hasta mi habitación- agradezco eso, porque no quería caminar- me taparon y cerraron la puerta a sus espaldas. Me levanté y puse mi oreja sobre la puerta para escuchar lo de afuera- lo sé, puede parecer que soy chismosa, pero no fue con esa intención-.
- Carlos, no podemos seguir así- oí que le dijo mi madre a mi padre.
- ¿Y qué quieres que haga?, ya vimos que los psicólogos no funcionan.
- Lo sé, necesita hablar con alguien que entienda su mismo sentimiento, nosotros no podemos ayudarla tanto, sí, nos duele la muerte de Oliver, pero nosotros lo manejamos de distinta manera.
- ¿Conoces a alguien?- dijo mi padre.
- No, pero podemos buscar.
Fue lo último que escuché, antes de que todas las luces se apagaran y se metieran a su habitación sin más.
¿En serio?, ¿En serio creen que necesito hablarlo?, lo eh hablado con ellos, lo eh hablado con Thiago- aunque no del todo- y poco con Gerardo y ¿qué creen?, no ayudan, es como los psicólogos, solo te hacen preguntas sin sentido y logran hacerte sentir peor que antes, esto, ¡todo esto es ridículo!, pero no puedo negarlo, me duele de más la muerte de Oli, porque ¡fue mi culpa!, quiera o no quiera, fue mi culpa y no lo puedo negar, quizá me sugestiono de más, pero no puedo evitarlo, mañana es lunes y toca volver a soportar a todo mi grupo y estresarme por las tareas, al menos estaré desconcentrada de todo esto. Mientras, dormiré lo más que pueda, mañana tenemos que empezar a hacer el proyecto y no quiero que mi equipo haga un desastre por mi culpa.
Ahora que lo pienso, la mayoría de las cosas malas que suceden a mí alrededor, son mi culpa. Oli murió por mi culpa, Thiago perdió su suéter quizá por mi culpa, Gerardo tuvo que pasarme los apuntes por mi culpa al no haber ido, etc... Ugh, soy un desastre andante.
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Holam, aquí su escritora, se que este capítulo estuvo más corto, pero tuve un bloqueo y no me inspiré lo suficiente, de todos modos, me gustó el resultado y espero que a ustedes también. No olviden votar y dejar sus comentarios, bais <3.
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La Estrella Que Nunca Se Apagó- TERMINADA ✔
RomanceEmma Prain, una estrella que dejó de brillar por aquella tragedia... Thiago Funes, una constelación incompleta que desde siempre había tenido problemas con TODAS la demás estrellas que formaban parte este... Ambos encontrándose en sus peores moment...