La Estrella Que Nunca Se Apagó- TERMINADA ✔

Capítulo 11- Un Gran Equipo

Capítulo 11.

<☆><☆><☆>Emma<☆><☆><☆>

Ayer estuve con Thiago en la tarde- sí, lloré- pero lo importante aquí, es que lo obligué a ir a la escuela o sino lo golpearía, porque ha faltado mucho- aunque yo falté antes- pero en fin... Thiago comenzó a llamarme "Estrellita Fugaz" y aunque no quiso decirme cual fue su deseo, no me molesta el apodo, al contrario, suena bonito. Hablé con Gerardo y tuvimos que retrasar un poco el trabajo, no di razones, pero fue por mi cita con Thiago, así que van a ir hoy a mi casa después de clases. Creo que la clase de la profa Stony es menos aburrida que las demás, ella hace cosas en equipos y manualidades, cosas así donde te diviertes un rato, mientras que el profe Castillo habla sin parar dándote trabajos a escrito e individual. Faltan unos pocos minutos para que al fin acaben mis clases y vea si viene Thiago probablemente no lo haga, pero quiero comprobar.

- Bien, chicos, por favor hagan el proyecto, la próxima semana deben entregarlo y no quiero fallas, por eso tuvieron tiempo. Pueden retirarse.

Tomé mi mochila y salí del salón, atrás mío me acompañaban Gerardo y Lisa, ya que iríamos directo a mi casa. Al salir busqué a Thiago con la mirada y... ¡Ahí estaba!, si me hizo caso, llevaba su mochila y el uniforme de la escuela, y estaba hablando con el chico de la otra vez.

- Oigan- me giré a Gerardo y Lisa- espérenme un momento, tengo que ir a hacer algo, si quieren adelántense.

Gerardo caminó hacia mí.

- ¿Vas a ver a Thiago?- me susurró.

Sabía que me hablaba en forma de advertencia, pues debía tenerle más prioridad al trabajo.

- Te juro que es rápido.

Suspiró y empezó a caminar con Lisa, por lo que yo me acerqué a Thiago. Me paré a un lado suyo. Estaba nerviosa, ¿Qué le digo?

- Vaya, sí que me hiciste caso- dije.

Ambos chicos se giraron a mí y Thiago sonrió de lado.

- Bueno, no quería una golpiza- su amigo le dio un codazo en el brazo- ah, por cierto, Emma, él es Tulio; Tulio, ella es Emma.

Tulio y yo estrechamos manos, era un chico casi de la misma altura de Thiago, tez güera, ojos de color azul y su cabello era castaño.

- Si es la famosa Emma, de la que no deja de hablar nuestro pequeño Thiago- dijo tomando mi mano y besando mis nudillos, logrando que me sonrojara al 100%.

- Sisi, ya, okay, ya entendimos, Tulio- se adelantó Thiago separándonos, por lo que Tulio rió abiertamente.

- ¿Vas a estar ocupada en la noche?- me preguntó Thiago.

- Sí, tengo un proyecto que entregar.

- Está bien- dijo con una cara de decepción.

- Mañana estoy libre en la tarde, uhm, pero tú tienes clases.

- ¿Nos vemos el sábado?

- Me parece bien.

- Perfecto, paso por ti.

Fue lo último que dijo, antes de que empezara a caminar hacia mi casa y él dentro de la escuela, a mitad del camino me reencontré con el señor puntual fuera de un local donde venden helados.

- Pensé que se habían adelantado a mi casa.

- Si, pero Lisa quería un helado, le dije que escogiera y ya yo pagaba, solo que no se decide el sabor.

Al escuchar eso, me reí y entre al local hasta llegar con Lisa.

- Yo quiero uno de choco chips, por favor- dije al ver que Lisa no se decidía.

- Si, yo quiero de limón y uno de beso de ángel para Gerardo.

Me sorprendió que escogiera para Gerardo uno y justo del sabor que le gusta.

- ¿Te dijo Gerardo de que pedirle?- pregunté.

- No, pero supuse que le gustaría ese.

Vaya, yo le pediría uno de chocolate si no supiera su sabor favorito, pero Lisa lo supo sin necesidad de preguntarle. Le hice un ademán a Gerardo para que entrara a pagar. Salimos de ahí y seguimos caminando.

- ¿Te gustó el helado que escogí para ti?- le preguntó incrédula Lisa a Gerardo.

- Si, de hecho es mi sabor favorito, ¿te lo dijo Emmy?

- No- se empezó a sonrojar- yo lo escogí.

Noté que ambos estaban sonrojados por lo que me empecé a reír. Giré mi cabeza y estábamos en un parquecito cerca de mi casa. Lisa vio lo mismo que yo y nos giramos a Gerardo.

- ¡¡¡ ¿Podemos ir?, por favooooor!!!- le dijimos al mismo tiempo.

- No, hay que apurarnos con el proyecto.

Ambas le hicimos un puchero.

- No, no se van a subir a los columpios, ya están grandes.

- ¡Gerardo!- le dijimos con el mismo puchero.

Suspiró.

- Esta bien, vamos, pero solo un rato.

- Si, papá- le dijo Lisa, por lo que Gerardo se enfurruño.

Lisa y yo corrimos a los columpios y empezamos a jugar como niñas pequeñas, hasta que Gerardo dijo "ya es tarde, ya vámonos" y tuvimos que dejar nuestros columpios.

Llegamos a mi casa y les dije que fuéramos a mi habitación como siempre, Lisa detallaba cada cosa en mi casa como para que no se le olvidara.

- Bien, ¿por qué parte empezamos?- dije.

- Yo digo que empecemos con la maqueta, porque es lo más "difícil"- dijo Gerardo.

Le hicimos caso y empezamos con la maqueta, todos estábamos risa y risa, Lisa era más divertida de lo que creía.

- ¡No!, no hagan eso- dijo Gerardo al ver que nosotras teníamos el pegamento líquido apuntando hacia él.

Lo ignoramos por completo y le aventamos pegamento, bajé el proyecto a la cocina para que no le pasara nada, volví a subir y Lisa estaba llena de diamantina, me desconcentré tanto, que no vi cuando me aventaron pegamento y diamantina al mismo tiempo, jugamos por un buen rato hasta que nos cansamos y nos tiramos a la cama.

- Ya... párense... huevones- les dije dándoles almohadazos- hay que limpiar este cochinero.

- Así de por si estaba- rió Gerardo.

- Ja, ja, que gracioso Gerardo, pero ya en serio, vamos a limpiar.

Los tres bajamos por bolsas, escoba, todo eso, y empezamos a escombrar lo más rápido posible, hasta que quedó limpio, de ahí en fuera, Lisa y yo veíamos como dibujaba Gerardo, mientras nosotras investigábamos el tema, somos un gran equipo y me gusta trabajar con ellos.

Al final, les dije que se quedaran a dormir, pues ya era tarde y ni modo que los dejara afuera, les podría pasar algo, además, ya ellos estando aquí, mis padres no pueden decir que no. Y aunque Lisa parecía insegura, logré convencerla.