Capítulo 16.Me desperté con un pequeño dolor en el cuello. Abrí los ojos. No recuerdo como llegué a mi casa después de lo de ayer. Pero bueno, estoy 100% decidida, hoy hablaré con Thiago sobre lo de Alexander, él y yo no somos nada, ¿por qué mi papá diría eso?. Y aunque ayer fue un día bastante emocionante, triste y todo lo demás, quiero también agradecérselo.
Un presentimiento me dijo que hoy él no iría a la escuela y la verdad, con todo lo de ayer, yo tampoco quise ir- por suerte, Gerardo prometió pasarme todo,- estaba pensando en ir a su apartamento, pero no creo que esté ahí, así es... Intuición femenina.
Al fin se fueron mis papás y salí a caminar a aquel parquecito donde Lisa y yo nos subimos a los columpios y el señor puntual nos regañaba. Me subí a uno de los dos columpios.
Quiero resolver el malentendido con Thiago, pero no sé ni cómo hacerlo.
- No Vengo a que sea mi novia, vengo a pasar un rato con ella.
El comentario de Thiago me viene a la mente, parecía que ya tenía planeado lo que diría, como si esto ya lo hubiese pasado antes.
Al fin dieron las 4 de la tarde, pero no quería ir a su apartamento, así que comencé a caminar hacia aquel árbol donde nos conocimos, metí mis manos en la bolsa de mi sudadera azul y baje la cabeza.
Hasta ahora le he tenido un gran afecto a Thiago, es decir, me hace reír y la paso bien con él, me pregunto dónde estará.
Llegué a ese gran árbol y me senté, recargándome en el tronco y cerrando los ojos.
Escuche un leve ruido y abrí los ojos, ¡Thia...!
- Hola, Emma- me dijo Alexander enfrente de mí.
Sus cabellos chinos se movían gracias al viento, haciéndolo lucir tierno e inocente. Vestía de unos jeans y una camisa de cuadros negra.
- Hola- dije seca e indiferente.
- ¿Qué haces aquí?- se sentó a la lado mío.
- No creo que sea de tu interés- dije moviéndome un poco, Alexander se había sentado muy junto a mí.
- Si no lo fuera no te estaría preguntando- reprochó.
- ¿A qué viniste tú?- pregunté irritada.
- Me gusta venir aquí, hace ya tiempo que vengo aquí seguido.
¿Hace tiempo?, nunca lo había visto ni aquí, ni en otro lugar. Además, ¿no dijo que no era social?
Asentí con la cabeza, en forma de ya vete de aquí, que eres al último que quiero ver ahora.
- Cuéntame, Emma- ¿acaso no entendió que le dije que se fuera?- ¿tienes novio?
- Si- respondí.
Sí, no lo tengo, pero no quiero que él lo sepa.
Abrió los ojos como platos.
- ¿Cómo se llama?- indagó Alexander con los ojos entrecerrados.
- Se llama, ehh...- ¿qué le digo?- Thiago- concluí.
- Thiago...- lo pensó- suena interesante.
- Si, bue...
- ¿Emma?- escuché que me hablaron atrás de Alexander.
Me levanté de golpe, me sacudí del pasto y lo miré directamente, tenía el ceño fruncido.
- Thiago... yo...- empecé.
Alexander a mi lado se levantó y puso sus manos en mis hombros.
- Lo siento, no creí que hubiera alguien aquí a esta hora- miró a Alexander y luego a mí- buenas noches.
Al fin pude reaccionar, Thiago se había marchado. Me giré y quité bruscamente las manos de Alexander de mi cuerpo.
- ¿Acaso eres un imbécil?- casi le grité.
- No entiendo de que hablas, Emma- respondió pacientemente haciéndose el inocente.
- ¡Deja de decir mi nombre con ese tonito de "yo no fui"!
- ¿Qué hice?
- Vete a la mierda- fue lo último que dije antes de salir corriendo tras Thiago.
Corrí lo más rápido que pude, pero para mi desgracia, comenzó a llover y no una brisita, no, se soltó un aguacero que casi no me dejaba ver.
A lo lejos logré distinguir la figura de Thiago.
Vaya, sí que camina rápido.
- ¡Thiago!- le grité, pero pareció no escucharme.
- ¡Thiago!- le seguí insistiendo- ¡Thia... Ahhh!
Mis zapatos se resbalaron y caí, fue un dolor muy fuerte, azotó mi cabeza primero y luego mi espalda, para al final, terminar tirada en el suelo a la mitad de la lluvia sin ayuda ni nada.
- Emma- escuché, pero se oía a lo lejos.
Vi la sombra de alguien frente a mí, pero no logré identificar quien era.
- Emma, resiste, te...- no terminé de escuchar.
Todo se volvió oscuro y silencioso, ¿han sentido alguna vez como si estuvieran a punto de morirse? Pues no es bonito.
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Caminé hasta llegar a la puerta que ahora posaba frente mío, giré la manija y esta parecía atorada, no podía abrir y/o entrar. Me empecé a estresar.
- Emmita- dijeron atrás mío.
¡Esa voz!, yo la conozco, en un recuerdo vago, yo... OLI.
Me giré tan rápido como pude y ahí estaba, su piel güera muy poco morena, su altura, la ropa que uso en esa fiesta donde... murió...
- ¿Oli?- dije asombrada.
- Soy yo, Emmita- me dijo con melancolía.
No lo soporté ni un minuto más y me lancé a él dándole un abrazo muy apretado, lo extrañaba, ¡lo necesitaba!
- Perdóname, Oli, yo...-empecé.
- No te disculpes, te entiendo, pero... no debes estar aquí, Estrellita.
- ¿Qué...?, ¿por qué no?- no comprendía.
- Porque yo estoy muerto y tú no debes venir aún.
- ¿Cómo...?- no pude terminar mi pregunta.
- Emma, despierta- escuché un poco lejos una voz hablándome.
Abrí lentamente mis ojos, ¿dónde estoy?, ¿y Oli?, ¿qué está pasando?, abrí totalmente mis ojos y una luz me atormentaba, enfoqué la vista y vi a mi alrededor, Thiago, mis papás, una señora con bata blanca... ¡Una señora con bata blanca!, ¿estoy en un hospital?, me incorporé lentamente hasta quedar recargada sobre mis codos.
- ¿Qué hago aquí?- pregunté.
- Tuviste una caída muy fuerte en medio de la lluvia- me dijo la señora de la bata- por cierto, soy la doctora Giselle.
La caída... claro, ya lo recordé, cuando corrí tras Thiago por las tonterías de Alexander, pero, ¿dónde está Oli?, lo abracé, lo toqué, ¿fue un sueño?
Sin que nadie dijera nada, me solté en un llanto incontrolable, todos se retiraron excepto Thiago, se quedó en el pequeño sillón que posaba a un lado de la camilla, yo seguía llorando, hasta que quedé totalmente dormida.
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La Estrella Que Nunca Se Apagó- TERMINADA ✔
RomanceEmma Prain, una estrella que dejó de brillar por aquella tragedia... Thiago Funes, una constelación incompleta que desde siempre había tenido problemas con TODAS la demás estrellas que formaban parte este... Ambos encontrándose en sus peores moment...