Capítulo 21- Solo Tu Y Yo

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Capítulo 21.

<☆><☆><☆>Thiago<☆><☆><☆>

Una vez más, estamos Emma y yo sentados en ese árbol. La noche corría lento, el cielo despejado y las estrellas visibles.

- ¿Cómo te sientes?- le pregunté a Emma.

- Mejor, tengo bastantes dolores de cabeza, pero bien- me dedicó una sonrisa.

Le sonreí y miramos el cielo por un rato más.

- Sabes...- empezó- mi mamá solía decir que la estrella más brillante de todo el cielo, era la persona que más marcó en la vida de uno y que por alguna razón ya no está en vida.

Observé esa estrella que acababa de mencionar, pero noté que a un lado, había otra que casi tenía la misma intensidad de brillo.

- Entonces, esa estrella- señale la más brillante- es tu hermano y esa- señale la que estaba a un lado- es mi madre.

Las miró fijamente.

- ¿Por qué no al revés?- preguntó.

- Porque así me gusta, ambas brillan casi igual, además, tú perdiste a alguien querido, igual que yo, creo que no tiene tanta importancia el cual sea cual.

Asintió con la cabeza y vimos ese hermoso cielo una vez más.

- Pero no hablemos de cosas del pasado que nos lastimaron- cambie de tema- hablemos de nosotros.

Frunció el ceño.

- De nuestros gustos, Emma- corregí.

- Aaa, okay.

- Vale, empiezo yo. ¿Cuál es tu pasatiempo favorito?

- Hmm, pues venir aquí a dibujar en las noches y leer supongo. ¿Y el tuyo?

Estar contigo en cada momento, estrellita fugaz.

- Hacerte reír cada vez que se puede- reí.

Emma rió por lo bajo.

- Vale, ¿cuándo es tu cumpleaños?- me preguntó.

- 12 de febrero, ¿Y tú?

- 18 de abril.

Nuevo dato de Emma que no sabía

- Me toca, ¿Cuál es tu escritor o escritora favorita/o?- vale, quizá ya estoy pareciendo un poco adicto a ella, pero vamos, es Emma, no me puedo resistir.

- Alice Kellen yo diría.

Puse una mueca.

- Uh, ¿a quién prefieres tú?- dijo al ver mi expresión.

- Julio Verne- dije.

- Un poco anticuado, ¿no crees?

- ¡¿Anticuado?!, Julio Verne es un escritor demasiado bueno como para que le digas anticuado.

- Okay, gruñón, ¿Comida favorita?- preguntó.

- No lo sé, creo que paso, pero ¿y la tuya?

- Tu chili no sabe nada mal.

- Oh, me alagas- moví la mano de forma graciosa.

Emma se carcajeaba de mi acto.

- Sabes, creo que ya nos conocemos lo suficiente para saber que ambos estamos dementes- dijo.

Más demente estoy yo por ti.

- ¿Quieres ver lo demente que puedo ser?- propuse.

No esperé una respuesta y me lancé a hacerle cosquillas, ella reía sin parar.

La Estrella Que Nunca Se Apagó- TERMINADA ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora