Capítulo 24.<☆><☆><☆>Thiago<☆><☆><☆>
Estoy decidido a más no poder, hoy es el cumpleaños de Emma y le pediré que sea mi novia, aunque... no quiero que me rechace. Pero tengo que intentarlo, no pierdo nada.
A lo que entendí, no haría una gran fiesta, seríamos los mismos, Gerardo, Lisa, Tulio y yo, pero extrañamente quiso que invitara a mi papá, cosa que al preguntarle, no le molestó en absoluto.
Ambos nos arreglamos y salimos de casa. Literalmente me trueno los dedos, estoy muy nervioso. Tengo una idea de que hacer para que salga bien...
Pasamos por Tulio antes de llegar con Emma.
- Wow, hermano, sí que este nervioso- dijo al verme.
Él sabía lo que iba a hacer.
- Lo sé, lo sé. No es necesario que me lo recuerdes.
- Vale, hermano, no te enojes.
Tocamos en timbre, esperamos... y abrió Lisa.
- Hola- saludó.
- Hola, hermosa- empezó Tulio.
- Cállate y entra- rió.
No voy a mentir, Lisa es bonita, pero aparte de no ser mi tipo, Tulio quiere ligársela cuando sabe que ella no quiere con él.
- Hola, Lisa, que bien te ves- dije al ver su vestido de flores.
- Gracias, pasen.
Entramos y busqué con la mirada a Emma, no podía esperar para verla.
- ¿Y Emma?- pregunté.
- Arriba cambiándose- explicó su mamá.
- Oh.
- Pero, puedes subir a verla- se adelantó.
- ¿En serio?, gracias.
No lo dudé y subí en busca de mi amada, toqué la puerta de su habitación y se escuchó un 'adelante' del otro lado, abrí y la encontré frente a un espejo dudando de su ropa.
- Hola, estrellita fugaz, feliz cumple- expresé.
- Hola- le di un beso en la mejilla.
- Wow, sí que te ves bien- dije con demasiada sinceridad.
- No lo sé, no me gusta este vestido.
Era uno muy bonito, era azul marino con pequeñas líneas rojas.
- Entonces ponte algo con lo que te sientas bien contigo misma.
- Ese es el problema, nada me queda bonito.
- ¿Y a quién quieres impresionar para pensar en si te queda bonito o no?- entrecerré los ojos y ella se sonrojó.
- ¿Eh..?, no, a nadie- se adelantó- pero, Amm... voltéate, ya sé que ropa ponerme.
Le obedecí y me giré para no incomodarla.
- ¿trajiste a tu papá?- rompió el silencio.
- Si, lo traje.
- Listo, ya puedes voltear.
Me giré y casi estaba babeando, se puso un vestido rojo que terminaba en negro, era muy pero muy hermoso puesto sobre ella.
- Ya, di algo.
- Emm..., es que... se te ve... maravilloso... perfecto... te ves hermosísima.
- ¿Crees?
- No lo dudo.
Me sonrió, la tomé de la mano y bajamos con los demás.
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Era momento de cortar el pastel, pero obviamente, tenía que pedir un deseo antes...
- Hmm... Deseo...- dudó por un muy largo rato- ¡ya se!- y sopló las velas.
Estuvimos jugando después de eso y pedí permiso a sus papás para que pudiéramos salir un rato a lo cual me dijeron que si y la llevé a ese árbol donde todo comenzó, pensé que sería un buen lugar.
- ¿El árbol?- rió.
- Si, es un bonito lugar y muy bien cuidado.
- Vale, ¿para qué la urgencia de venir hasta acá justo hoy?- indagó.
Estaba más nerviosos que de costumbre, no sé si podré o al menos si saldrá bien...
- Amm...- empecé.
Ella esperó pacientemente, creo que notaba mi nerviosismo.
Suspiré y solté sin más.
- Sabes... Eres la estrella que llego a mi constelación, eres el deseo que le pedí a esa estrella fugaz a los 8 años, no te hagas menos, ¿sabes qué hubiera pasado si no te hubiera encontrado bajo este árbol?, mi vida sería un asco, más de lo que ya era, pero no fue así, llegaste a mi vida, ¡a mi constelación! Y llenaste ese vacío.
Frunció el ceño en confusión.
- ¿A qué te refieres?- preguntó.
- A que... Desde que te conocí, no sé cómo vivir solo, yo... no puedo guardar más lo que siento por ti, creo que ya es hasta obvio, pero necesito decírtelo... Estrellita fugaz, yo... Te amo...
Se sorprendió pero parecía que no entendía aún.
Ay, Emma, a veces eres muy torpe.
- Y...- estaba armándome de valor- te quiero pedir algo... tú... quieres...- suspiré- ¿puedo ser la persona con la que pases tu tiempo, la persona que te apoya y estará siempre contigo, la persona que te ayudará en momentos malos...?, quiero que seas mi novia, Emma... quiero ser tu novio. ¿Quieres ser la estrella que le falta a mi constelación?
Esperé una respuesta que parecía nunca llegar. Estaba tan callada, tan pensativa, no decía nada. Empecé a entenderlo.
- Esta bien, ya entendí...- dije un poco desanimado.
Pareció salir de sus pensamientos y se lanzó en un abrazo contra mí.
- ¡Si, si, si!, si quiero, quiero que seamos un equipo, quiero... si quiero ser tu novia, Thiago.
Casi me pongo a llorar frente a ella, creí escuchar mal, no lo creí, no lo creo, esto es genial, es...
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Era más tarde y aún no nos vamos de este bello árbol.
- ¿Qué crees que pase cuando uno de los dos muera?- me preguntó viendo la estrella que consideraba que era su hermano.
- El otro continuará para que se sienta orgulloso desde el cielo.
- O el infierno- agregó.
Ambos reímos.
- Sabes...- dijo- creo que ambos estamos empezando a dejar nuestro pasado y nos enfocamos en... bueno, el presente...
No lo había pensado, pero tenía razón, aún duele, pero no como antes...
- Eso es bueno, ¿no?- cuestioné.
- Supongo- puso una mueca.
- Que eso no te importe ahora... solo disfruta el momento.
- Eres un tonto- ironizó de la nada riendo.
- Bueno, entonces... soy tu tonto, estrellita fugaz.
Nos quedamos viendo el cielo despejado lleno de estrellas, Emma se acomodó y se acostó en mi pecho mientras yo le acariciaba la espalda. Tanto la tranquilizó que quedó totalmente dormida, le besé la frente y la llevé a su casa, nadie cuestionó nada, así que fue más fácil, la deje en su cama tapada y le quité los zapatos para que no se lastimara, se veía tan hermosa durmiendo, quisiera verla siempre al despertar.
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La Estrella Que Nunca Se Apagó- TERMINADA ✔
RomanceEmma Prain, una estrella que dejó de brillar por aquella tragedia... Thiago Funes, una constelación incompleta que desde siempre había tenido problemas con TODAS la demás estrellas que formaban parte este... Ambos encontrándose en sus peores moment...