La Estrella Que Nunca Se Apagó- TERMINADA ✔

Capítulo 25- Amor Perfectamente Imperfecto

Capítulo 25.

<☆><☆><☆>Thiago<☆><☆><☆>

- Ósea que no hubo cuchi planchazo entre ustedes...- expresó.

- Obvio no, Tulio, ella me gusta por como es, por su sinceridad, por ser ella, no para follarla- giré los ojos.

Tulio y yo estábamos en una cafetería cerca de la casa de mi papá. Ya habían pasado dos meses desde que Emma y yo nos hicimos novios y ayer cumplimos dos meses y Tulio, bueno... sigue intentando conquistar a Lisa, pero ella está loca por Gerardo y es muy notable.

Emma y yo la pasamos increíble, o al menos así me parece a mí.

- Pues te estas tardando en follarla.

- Eres asqueroso, Tulio- puse una mueca.

- Se nota que la quieres y ella a ti, es la relación más sana que he visto en mi vida.

- Te creo, porque de lo contrario no pensarías tanto en follar a medio mundo.

- Cuando lo dices, haces que suene mal.

- Oh, cállate.

Miré el reloj de la cafetería y ya era tarde, tenía que reunirme con Emma, la quiero llevar a un lugar para divertirnos.

- Lo siento, Tulio, tengo que irme- dije recogiendo mis cosas.

- Claro, sin falla, corre con tu amada, tigre.

Giré los ojos y salí del lugar.

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Nos encontraríamos en un parque cerca de su casa, la vi a lo lejos, iba de pantalón de mezclilla y la sudadera azul con la que la conocí, se veía hermosa, como siempre.

- Pensé que no llegarías- confesó.

- No, no, no haría eso, jamás. Perdona la tardanza, no me di cuenta de la hora.

- No importa, ¿a dónde vamos a ir?- indagó.

- Vamos.

Emprendimos camino hacía un local que yo conocía muy bien, solía ir ahí con Tulio antes de clases. Era un lugar muy poco común, habían maquinitas, de esas de hace ya años, pero funcionales y muy divertidas, además de que siempre había buena música.

- No conocía este lugar- confesó.

- ¿No dices que vives aquí desde hace ya tiempo?- reí.

Abrió la boca y la cerró al instante. Creo que recordó lo mismo que yo.

- Dale, vamos- finalizó.

Entramos y la llevé a mi juego favorito.

Street Fighter.

- ¿Sabes cómo se juega?- pregunté.

- Hmm... No.

Bueno, tocó enseñarle.

Tomé sus manos y la guié. Metí la moneda y comencé a mover sus manos para que más o menos entendiera.

- ¡No, no!, dale, con el pie- me indicaba.

- ¡Relaja las manos, no te puedo guiar si estas tensa!

- ¡Dale!, ¡nos van a ganar!

Logré darle al oponente y ganamos.

Por lo que Emma dio pequeños brinquitos y me abrazó.

- Ganamos- me puso su puño para chocarla.

- Técnicamente yo hice todo- dije