Alexander
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-Lo hiciste muy- Le dije a Henry mientras le daba ligeros golpes en la espalda.
-Un día lograré derribarte- Me reí por su ocurrencia.
Por más que quisiera, no lo lograría y no porque fuera débil, sino porque su rango de beta le impedía hacer algo contra su alfa.
Ambos nos sentamos en el piso, nuestra atención puesta en las dos hembras que se levantaban de su lugar y caminaban al medio del círculo.
Me permití ver a Metzli a mis anchas. Esta semana solo había podido hacerlo desde la distancia, fortuitamente entre clases y uno que otro día durante la cena.
Llevaba un short deportivo y una camisa de tirantes. Sus largas piernas se movían firmemente y noté que nuevamente no llevaba tenis. En estas dos semanas me había dado cuenta que nunca los utilizaba para entrenar, tal como ella me había dicho, parecía que le gustaba sentir la tierra bajo sus pies.
-Bien chicas, cuando quieran comenzar- Se burló el entrenador cuando ambas tardaron en sus estiramientos, lo que hizo que varios lobos rieran.
Gruñí por lo bajo hacia el entrenador por su atrevimiento. Cuando mi vista regresó a Metzli, vi cómo sus ojos se oscurecían mientras miraba al entrenador, un fuego se había despertado en ellos.
Metzli miró a su beta y ella le regresó la misma mirada iracunda, pero una ligera sonrisa adornaba los labios de ambas.
No pasó ni un minuto cuando ambas comenzaron a moverse, demasiado rápido para que alguno de los presentes fuera capaz de distinguir sus movimientos. Tomó unos segundos, pero cuando finalmente pude enfocar las dos figuras frente a mí, fui capaz de contemplar el espectáculo que era su pelea.
Neli había hecho ese movimiento que Metzli utilizó la vez que peleamos, intentando derribarla, pero ella había sido más rápida y de un solo salto había esquivado su pierna.
Neli sonrió ampliamente cuando se incorporó. Metzli dio una maroma, sosteniendo su cuerpo momentáneamente con sus brazos, se dio impulso con ellos y cuando terminó de girar, su cuerpo cayó sobre los hombros de Neli, rodeando su cabeza con sus piernas.
Antes de que la beta pudiera hacer otro movimiento, Metzli dejó caer su cuerpo, llevándose consigo el de Neli, que dio una vuelta en el aire antes de caer al piso, su espalda haciendo un ruido que hizo que varios lobos se encogieran por el sonido.
Metzli no perdió el tiempo y cernió su cuerpo sobre el de su contrincante, lo que me trajo recuerdos de nuestro entrenamiento. Sentí un calor despertar dentro de mí al recordar la calidez de su cuerpo sobre el mío, pero me deshice rápidamente del recuerdo.
Al parecer Metzli había logrado someter a Neli. Vi por el rabillo del ojo cómo el entrenador abría la boca para terminar el encuentro, pero para sorpresa de todos, la beta tomó a Metzli del cuello y logró aventarla a un par de metros.
La fuerza de esa hembra debía ser descomunal para lograr semejante hazaña. Otro recuerdo llegó a mí: la fuerza con la que Metzli había logrado someterme, simplemente con su mano en mi cuello.
¿De dónde diablos conseguían esa fuerza?
Ambas se incorporaron al mismo tiempo y cuando sus cuerpos volvieron a encontrarse, no pude quitar mis ojos de ellas. Esta vez no había ningún truco, ningún movimiento extraño que hiciera a alguna volar por los aires.
Estaban enfrascadas en una batalla puño a puño. Neli recibía los golpes de Metzli sin mostrar algún atisbo de dolor, pero por la sangre que salía del ligero rasguño en su mejilla, era evidente que ninguna de las dos estaba jugando.
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Wolf Academy
Manusia SerigalaEn un mundo donde los hombres lobo han dejado su lado salvaje para regirse por su lado más racional, Metzli, la hija de un alfa perteneciente a una manada mexica, intenta abrirse paso. Sin embargo, cuando su manada se integra a una academia de lobos...