Alexander
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Con un plum escuché el cuerpo de Henry caer al suelo. No pude evitarlo y sonreí de forma arrogante.
-¿Cuántas veces van ya?- Levanté mis dedos en el aire uno por uno, fingiendo que contaba -Creo que con esta ya van cincuenta a cero- Bajé la vista hacia el suelo, donde Henry me miraba con una expresión entre molestia e irritación.
-Más bien tres a dos- En un ágil movimiento se puso nuevamente de pie, sin molestarse a sacudir la tierra de su trasero -Una más- Adoptó rápidamente una postura defensiva, con sus puños firmes en el aire.
Negué con la cabeza en medio de una sonrisa. Justo estaba por ponerme en la misma posición que él cuando escuché la voz del entrenador llamándonos.
-Se acabó el tiempo chicos, reúnanse todos antes de ir a las duchas- Ambos asentimos y relajamos automáticamente el cuerpo.
-Te has salvado está vez- Me burlé de él.
-Para tu información, estaba a punto de acabar con tu trasero. Iban a tener que llevarte a la enfermería después de la golpiza que tenía pensado meterte- Bufé en respuesta.
Sabía muy bien que Henry tenía la capacidad de darme una buena paliza, incluso dejarme un par de costillas rotas, pero nunca se atrevería a hacerlo.
Ambos caminamos lentamente hacia donde estaba el entrenador con unos cuantos lobos más. Todos ellos se miraban sudorosos y exhaustos. Así eran las tardes de entrenamiento durante el verano, por lo menos para aquellos que nos quedábamos en la academia.
No había clases, tareas o exámenes, así que podíamos vagar durante la mañana y tener una buena sesión de entrenamiento durante las tardes. No había nada mejor que desentumecer los músculos con una buena pelea.
-Este es el último entrenamiento antes de que inicien las clases. Tómense este par de días para descansar y recuperar fuerzas- Comenzó a decir el entrenador -Retomaremos el año escolar con entrenamientos más pesados y nuevas estrategias de combate cuerpo a cuerpo- Eso sonaba interesante.
-Entrenador- Todos nos volteamos a ver al lobo que había hablado. Debía de ser de otra manada porque no pude identificarlo con claridad. -¿Es verdad que los entrenamientos serán ahora mixtos?- Su pregunta había llamado la atención de todos, ya que ocho pares de ojos se centraron en el entrenador en espera de su respuesta.
-Al parecer- Asintió- Por lo menos dos veces a la semana tendrán entrenamiento con las hembras-
-¿Quién ha tenido esa brillante idea?- Se escuchó otra voz detrás de mí. Su tono dejaba en claro que no estaba de acuerdo con la decisión.
-El director ha decidido que sería una buena manera de expandir sus habilidades de combate, en caso de que en algún momento necesiten pelear con alguna hembra- Se encogió de hombros, como si realmente le diera igual.
-Claro, como si necesitáramos entrenamientos mixtos para aprender a acabar con una hembra -La primera voz rió -Solo basta con aplicar un poco de fuerza para tenerlas húmedas y dispuestas- Las carcajadas estallaron ante su comentario.
A mi lado, Henry rió en voz baja y yo no pude evitar sonreír. Era del conocimiento de todo el mundo que las hembras eran, por mucho, más débiles que los machos. Parte de su naturaleza consistía en ser fuertes únicamente para cargar en su vientre a nuestros cachorros, dar a luz y proteger a las crías de algún depredador.
Esa era la razón principal por la cual recibían siquiera algún tipo de entrenamiento en combate. Si se había decretado que debíamos entrenar con ellas un par de veces a la semana, era únicamente para su beneficio y no para el nuestro, en todo caso sería un atraso en nuestro entrenamiento.
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Wolf Academy
WerewolfEn un mundo donde los hombres lobo han dejado su lado salvaje para regirse por su lado más racional, Metzli, la hija de un alfa perteneciente a una manada mexica, intenta abrirse paso. Sin embargo, cuando su manada se integra a una academia de lobos...