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Me encontraba en la camilla del hospital, mamá había llevado a Minho a la casa. Me encontraba solo o eso era hasta que noté la puerta de la habitación siendo abierta.

— Hola- hablo suave y camino hacia mi.

Jk: Hola hermosa, ¿todo bien?- pregunte y tome sus manos.

— Um..si, lamento llegar tarde pero me quede con Tae haciendo una tarea.

Jk: No quiero que descuides tus notas por mi, estoy bien y puedo esperarte todo el día. No me moveré de este hospital de todos modos.

— ¿Y como estuvo tu día?

Jk: Bueno me hicieron caminar un poco, no lo hago muy bien pero poco a poco lo haré.

— Se que será así. Además puedo ayudarte con la terapia, la enfermera me comentó los ejercicios y son muy parecidos a los que hacíamos antes de la operación.

Jk: No en realidad, necesitas cargarme en este caso y dudo que puedas o mejor dicho no quiero lastimarte. Peso demasiado y soy el doble de grande que tú.

— Tienes razón pero...quiero ayudarte.

Jk: Me ayudas estando acá conmigo, tomando mi mano y dándome cariño. Es todo lo que necesito.

— Es lindo que digas cosas así, eso demuestra que eres un chico muy sensible.

Jk: Es tu culpa, antes de ti era algo reservado con mis emociones pero ahora no puedo serlo.

— ¿Te molesta el cambio? ¿Quisieras volver a ser el de antes?

Jk: No, ahora siento que soy una mejor persona y la vida me ha dado otra oportunidad para disfrutarla así que no pienso dejar pasar las oportunidades.

— Yo...bueno escuche a tus amigos hablar sobre tu operación.

Jk: Mi mamá les contó, ella no sabe los problemas que hemos tenido entre nosotros así que se los comento. ¿Dijeron algo?

— Solo estaban contentos, bueno al menos Namjoon y Seokjin.

Jk: ¿Has visto a Hoseok?

— Bueno a veces, se acercó semanas después a pedirme disculpas sobre lo que paso. Después de eso solo lo veo en clase de ciencia.

Jk: No te acerques a él, no quisiera tener que romperle la cara esta vez. Eres mi chica y no dejaré que se metan contigo- gruñí y ella acaricio mi mejilla.

— ¿Tu chica?

Jk: Si, ¿Tienes algún problema con eso?

— Mm..Si, no me lo has pedido.

Sonreí y la jale hacia mi, bese sus labios de manera lenta como me gustaba hacerlo con ella. Sentía que debía tratarla de manera delicada como si fuera una hermosa rosa a la cual debía cuidar.

Jk: ¿Quieres ser mi novia?- susurré en sus labios.

Ella sonrió y estampó sus labios con los míos en un beso más apasionado, sonreí ante el beso porque había comenzado a soltarse más conmigo y eso me volvía loco.

— Aún no me has llevado a ese lugar especial y tampoco llevas un traje súper bonito - hablo en mis labios y reí.

Jk: Bien entonces, deberé esforzarme más. Ahora recuéstate acá conmigo. Tengo frío.

Ella sonrió y lo hizo, se acomodó a mi lado y no dudé en abrazarla por la cintura, ella se acurrucó en mi pecho y no podía sentirme mas pleno en ese momento.

Niñera - JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora