五 La Prueba

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La mañana comenzó con el ajetreo de los nervios y la emoción de todos los que se iban a presentar a las pruebas de los clubes que lo requerían

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La mañana comenzó con el ajetreo de los nervios y la emoción de todos los que se iban a presentar a las pruebas de los clubes que lo requerían. La primera parte del día pasó en un santiamén, con las inscripciones a los clubes abiertos. Jangmi entró junto a Sachiko en el club de lectura y escritura.

La chica le tuvo que ayudar a escribir su nombre en la planilla, ya que, por los nervios, no recordaba los trazos de su propio kanji. Sachiko terminó de inscribirlas, y mientras salían al jardín a la espera de sus amigos, empezó a reírse con poca discreción.

—¿Y a ti qué te pasa? —preguntó con extrañeza.

—Recordé el día que nos conocimos.

—Para tu información... —empezó a reírse con ella pese a que trataba de hablar con seriedad— Puedo leer y escribir mi nombre si no estoy nerviosa.

—¿Entonces ese día estabas nerviosa? —continuó fastidiando.

—No. Ese día solo no sabía cuál era del montón que había en ese maldito tablero.

Sus amigos las encontraron riéndose a carcajadas y las arrastraron hasta la vivienda para que el más chico de todos pudiera cambiarse a una ropa más adecuada para jugar Quidditch y recogiera su escoba. Era solo cuestión de estar calmadas y mirarse por cocos segundos para que sus risas se reanudaran. Después de un buen rato esperando en la terraza, recibió un pellizco de Minho en el brazo.

—¡¿Y eso por qué?! —cuestionó enfadada y dejando de reír de inmediato.

—¡Deja de reírte así! ¡Tienes que cuidar la voz para cantar!

Se frotó el brazo dándole la razón. La puerta se abrió, pero no fue Jihyun quien salió, sino Ryuko, cargando su escoba y seguida por Nana. Ambas los miraron con un notable desprecio y siguieron su camino hasta el estanque de Quidditch. Ellos llegaron un minuto más tarde.

El sitio estaba lleno de alumnos curiosos que deseaban ver quiénes serían los elegidos del equipo ese año. Frente al agua y flanqueada por dos alumnos, se encontraba la profesora Asou, quien enseñaba todas las asignaturas deportivas de la escuela.

—¿Qué puestos faltan? —preguntó Jangmi con curiosidad a Jihyun.

—Dos cazadores, un golpeador y un buscador. También admiten los reemplazos.

En el equipo ya había cuatro cazadores, pero necesitaban reclutar a dos más para completar dos equipos que se enfrentarían durante el año escolar, y mínimo un reemplazo en caso de lesiones para cada puesto. La escuela no contaba con divisiones más allá de los años escolares, y por la cantidad de alumnos interesados en el deporte, era imposible enfrentarse de esa manera. En su lugar, dividían el equipo principal en dos para competir.

—Empezaremos con los cazadores. Aquellos interesados, acérquense, por favor.

Jihyun tragó saliva, dispuesto a enfrentarse a su destino, pero se paralizó de inmediato cuando vio a Ryuko acercarse a la profesora con la frente en alto. Algunos alumnos de tercero se iban acercando al ser el único club que también les daba oportunidad de ingresar, pero era algo poco frecuente. Pocos de quinto se interesaban, pues solo estarían dentro un par de años, y aquellos a partir de sexto solo se limitaban a observar.

Arirang | MahoutokoroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora