八 Sol de verano

22 6 10
                                    


La victoria del equipo Aikawa no le sentó bien a Ryuko, quien ya llevaba malos días con el poco tiempo que tenía para estudiar y con los exámenes viniéndose encima de todos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La victoria del equipo Aikawa no le sentó bien a Ryuko, quien ya llevaba malos días con el poco tiempo que tenía para estudiar y con los exámenes viniéndose encima de todos.

La noche después del partido le había gritado a Jihyun que habían hecho trampa al lanzar una Bludger al mar sin que la pudieran ver salir, así que varios tuvieron que recordarle que el golpeador culpable del hecho era de su equipo.

Durante el mes se empezaron a ver menos alumnos disfrutando en la playa o los jardines ornamentales. Todos se recluían en sus viviendas después de clases para completar las tareas del día, cumplir con los quehaceres de la casa y estudiar para el examen.

Afortunadamente, la asistencia a la mayoría de clubes no era tan estricta, por lo cual varios decidieron faltar un día a la semana y dedicarse de lleno a los estudios con tal de aprobar. Jangmi y Sachiko decidieron hacerlo con lectura, ya que Jangmi no podía dejar de lado el club de música.

La tarde de ese día ambas se quedaron en la vivienda mientras la mayoría de sus compañeros se iba a sus respectivas actividades o a estudiar a la biblioteca. Estaban en el jardín limpiando las flores caídas del cerezo, con un cinto cruzado en la espalda bajo las axilas sujetando las amplias mangas del kimono para que no les estorbaran.

Los pétalos estaban por doquier. A veces se colaban en el pasillo y las habitaciones, y creaban un completo desastre cuando se caían. Al principio siempre parecían lindos, pero limpiarlos en verano era una de las tareas más odiadas por todos.

—Entonces ¿Cuántos tipos de Han 'yo existen? —preguntó Sachiko para repasar.

—Son cuatro. Dime uno.

—Los que nacieron de un Yokai y un humano. Dime otro.

—Los que en su vida pasada fueron un Yokai. Otro.

—Cuando un humano se une con un Yokai o más. Di el último.

—Monjes o sacerdotisas.

—¿Qué canción cantaste en la audición?

—¿Qué tiene que ver eso con las fuerzas del mal? —preguntó extrañada.

—Nada, solo tengo curiosidad —dijo encogiéndose de hombros.

—Sakura —respondió con tono de ironía. Precisamente estaban barriendo esas flores.

—Pensaba que ibas a cantar la misma canción que escuché esa tarde.

—¿Arirang? —su amiga asintió— No puedo, Sachi. Es coreana.

—¿Y qué con eso?

—Me tiene prohibido hablar en coreano en la escuela ¿crees que me van a dejar cantar en coreano?

—Podrías intentarlo.

—No soy tan suicida como crees, Sachi.

—Prométeme que algún día vas a hacerlo.

Arirang | MahoutokoroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora