8. Crecer

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Cuando el año escolar acabó, Jangmi volvió a conocer esa sensación de querer largarse de esa isla cuanto antes, pero esta vez por un motivo diferente: Su familia había tenido la decencia de informarle con una carta del nacimiento de su primo Hyuns...

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Cuando el año escolar acabó, Jangmi volvió a conocer esa sensación de querer largarse de esa isla cuanto antes, pero esta vez por un motivo diferente: Su familia había tenido la decencia de informarle con una carta del nacimiento de su primo Hyunsuk en el primer mes del año, y ella no dejaba de contar los segundos desde el momento en que lo había leído para ver al pequeño.

La primavera había llegado con los buenos resultados en las calificaciones, cosa que celebraron con té para no repetir los sucesos de aquella noche de agosto, juegos de igo y chapurreando canciones en inglés que pasaban por la radio.

Le habían cogido un gusto especial a Frank Sinatra. Escuchaban sus canciones en busca de palabras que reconocieran de las clases de inglés y de imitar la pronunciación estadounidense pese a que algunos llevaban esa asignatura con pereza.

No todos le veían utilidad más allá de entender a los extranjeros que se negaban a aprender el idioma del país en el que estaban, intimidados por la cantidad de kanji y excusándose en ser los vencedores de esa guerra. Ninguno balbuceaba otra cosa que no fueran los saludos y una que otra palabra suelta que aprendían. Incluso el tribunal que los tenía a todos al tanto del periódico hablaba exclusivamente en inglés pese a que todos los acusados eran japoneses y no todos en el país hablaban inglés.

Las noticias sobre el tribunal llegaban hasta el Nihon no Kitsune por la insistencia de toda la comunidad mágica por saber qué ocurría. La gran mayoría de estudiantes llegaron a leer sobre las diversas masacres ocurridas en Machuria, Filipinas y Corea, lo que les generó un impacto inmediato por el actuar de su ejército que les era ajeno a todos hasta el momento.

Junto a esas novedades, el periódico publicó en primera plana una extensa carta que el Ministro Mori Reiji había escrito. Jangmi guardó ese recorte del periódico que Ryuko le dejó con las disculpas del ministro en nombre de todo el país por la ocupación, la censura y la discriminación en la sociedad mágica, anunciando sus planes de viajar a la península para dialogar con el futuro lider de la comunidad mágica del otro lado del mar. Jangmi planeaba enseñárselo a su madre en cuanto volviera a casa.

El año escolar acabó para todos con un último partido de Quidditch después de los exámenes. Tras la conclusión, en la que el equipo Hirai se llevó el trofeo, la profesora Asou le dio un reconocimiento al capitán Aikawa, que llevaba jugando al Quidditch desde tercer año. Jihyun se despidió de su capitán entre lágrimas en medio de un abrazo.

Subió al paiño que la llevaría de regreso a su hogar por un camino insufriblemente largo, que solo pudo disfrutar cuando decidió cantar. Su voz se la llevaba el viento, pero la sola presencia de la música hacía el viaje más llevadero.

Ni siquiera dejó que el paiño tocara el suelo, ya que saltó y echó a correr hacia la casa, dejando olvidado su baúl entre los cultivos. Sintió la leve brisa del aleteo del ave al retomar el vuelo para regresar a la escuela tras cumplir su tarea.

Arirang | MahoutokoroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora