Te Follaría Hasta El Amanecer || TordTom

Capítulo 36

— Si, ¿por qué? –pregunto Edd, esta vez dejando el hecho de que gano la pequeña "discusión de amor"

— Edd... prácticamente la novias que he tenido se han...  ¿muerto?, la primera, Steisy, gracias a que como nieve la maldita estúpida...que tenía voz grave pero eso que. Luego la segunda que se cayó de un acantilado...

— No sabia de ninguna de las dos... –sorprendido por lo que dijo su amigo, al parecer si, nunca le había dicho de aquellas relaciones demasiado pasajeras.

— Si bueno, tampoco me gusta hablar de ello. –metió sus manos en el bolsillo de su sudadera, escuchando un "gasp" de alguien que no era Edd.

Edd y Tom voltearon, y ahí estaba Tord, se acercó a Tom.

— ¿¡Como que novias!? –tomo los hombros de Tom con algo de brusquedad.

— ¿Qué? Si tu puedes yo también. –miraba algo neutro al noruego, el lo soltó, mirando de reojo a Edd que los miraba sospechando.

— Tord, Tom... ¿qué son exactamente? –los nombrados se miraron y luego miraron a Edd.

— Nada. No somos nada. –hablo Tom sin más, aquellas palabras le dolían a Tord pero eran ciertas.

— ¡Pero! –Tom miro a Tord esperando que iba a decir–, Probablemente seamos amigos.

— Si claro. En tus sueños. –se sentó una silla, viendo a Edd que aún tenía aquella mirada de sospecha.

— ¿por qué no, Tom? ¿Acaso hice algo mal? –Tord se acerco a Tom, esperando su respuesta.

Hubo un corto silencio, hasta que respondió. — No podemos hacer amigos, ya no...

Aparto su mirada, sus mejillas se ruborizaron un poco tan solo pensar todo lo que ya hicieron, que quizás no haya sido mucho, pero si afectaba si el noruego buscaba solo amistad.

— Entiendo. –miro a Edd, quien seguía viéndolos, esta vez ya no sospechosamente, sino solo miraba algo desanimado por lo que escucho de Tom.

— Y... ¿por qué ya no?.

— ¿Tengo que recordarte lo que viste en la habitación? –Edd entendió al tiro, y se rascó la nuca.

— Oh ya... claro. Saben, mejor me iré a dormir y ustedes arreglen... lo que tengan que arreglar. –salió de la cocina, y así quedándose solos Tom y Tord.

— Tom, ¿de verdad involucraste sentimientos en aquel beso que por un juego sucedió? –se sentó en otra silla, sin dejar de mirar al chico de cuencas.

— ¡No fue eso! –se detuvieron un poco antes de seguir hablando–, Solo que fuiste el que se dio cuenta que estaba mal en mi cuarto y que fingió una voz para Tomme Bear y no se... tal vez eso me afectó.

Aveces Tord no se podría creer la sinceridad del chico y que lo dijera tan normal, aunque claro, el podría hacer lo mismo si se trata de relaciones sexuales.

— Vaya, entonces...–pienso mejor en lo que iba decir, no quería arruinar la situación pero aveces su idiota de fondo aparecía cuando se veía beneficiado–, ¿nos besamos?

— Pf...JAJAJAJA No. –dijo en tono divertido y automáticamente Tord fruncio de decepción.

— Ya que... –suspiro–, Tom, ya que estamos en... confianza...

— ¿Mhjm? –salió de la cocina, mientras que todo lo seguía viendo que se sentó en el sofá individual y agarro el libro de siempre.

— Eh... –miro las acciones del chico, como ojeaba el libro, buscando la página donde se había quedado–, Tu... ah yo... –suspiro fastidiado de que de repente había olvidado lo que le iba a decir al chico.