Eris

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Midorima se encontraba relajado, tranquilo sentado en aquella nube frente al pequeño estanque que había creado hacía unos momentos atrás.

Ya que no podía darse ese privilegio en su forma astral, lo disfrutaba mucho cuando estaba en su forma casi física. Y por ello se enfadó cuando fueron a interrumpirlo.

-...¡¿Qué demonios quieren?! —Exclamó, luego de que se le quedaran viendo por tanto tiempo, en silencio.

-...Necesitamos hablar sobre algo importante, padre...—Dijo Kise, respetuoso y serio.

-...Dilo. Yo juzgaré la importancia de lo que quieres saber...—Cerró sus ojos, tratando de relajarse nuevamente.

-...Es sobre el bloqueo en las predicciones...—Dijo, provocando que el peli-verde se irguiera rápidamente y le viera con sorpresa.

-...¿Cómo llegaste tan lejos? —Frunció el ceño.

-...¿A qué se refiere? —Entrecerró su mirada.

El peli-verde suspiró pesado y pasó una mano por su rostro, antes de voltear a verlos.

-...Hay...Hay cosas que no deben saberse, Kise...—Miró hacia el agua. Llevó una de sus manos hacia su reflejo e hizo que este cambiara, mostrando la escena que el rubio había predicho—...Fué esto lo que viste ¿Cierto?

-...Así es...—Asintió. Aomine y Kuroko se miraron mutuamente, sorprendidos por lo que observaban ahí.

No era que no le creyeran al rubio, es solo que era difícil de asimilar.

-...Este es un futuro que...bueno, que aún no está escrito por completo...—Explicó—...Es algo que puede pasar. Pero que no está asegurado ¿Me explico?

-...Creo que sí...—Kise asintió—...Sin embargo, eso no responde el porqué del bloqueo en-

-...Les sucede a todos los dioses que pueden visualizar el futuro...—Interrumpió—...Cuando se trata de un futuro no confirmado, la conexión los obliga a interrumpir la visión. Y en algunos casos puede ser peligroso...—Volvió a recostarse, desapareciendo la imagen en el agua—...Te recomiendo no volver a intentar verlo. Puedes hacerte daño y a los que están implicados en la visión.

-...Ah, de acuerdo...—Asintió varias veces.

-...¿Solo era eso lo que necesitabas? —Preguntó, mirándole de reojo.

-...Bueno...—Se rascó su nuca.

Shintarou hizo una mueca y cerró sus ojos cuando un fuerte dolor de cabeza lo azotó. Sus ojos brillaron intensamente y observó el reflejo de una nueva visión.

-...Lo siento, creo que esto debe quedar para otra conversación...—Cerró sus ojos con fuerza—...Debo ir a...yo...Argh...Rayos, adiós...—Rápidamente se marchó, dejándolos con las palabras en la boca.

-...Pero...—Le vió marchar y pucheó—...No es justo.

-...Esto es más de lo que puedo asimilar...—Dijo Aomine—...Así que intentaré olvidarlo...—Sonrió.

-...Eres un idiota, Aominecchi...—Rió y negó varias veces.

⌛⏳⌛⏳⌛⏳⌛⏳⌛⏳

Shintarou llegó a su salón de cristales muy adolorido. Enfocó su visión y vió el reflejo de la misma. Era Takao, estaba sufriendo. Gritaba. Agonizaba. De sus ojos brotaban lágrimas de sangre y él...él estaba a su lado, casi muerto. Moribundo ¿Porqué era ese futuro cada vez más acertado? ¿No estaba haciendo bien su trabajo? Debía haber funcionado. Una vez hubo liberado todo, salió de ahí y se estremeció ante el individuo que yacía apoyado en uno de los pilares cercanos a ese salón.

Kamigami No BasketDonde viven las historias. Descúbrelo ahora