Robadas

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Advertencia: este capítulo contiene escenas sexuales y zoofílicas. Si no te gusta este tipo de contenido, te recomiendo no leer, pero si eres anti-sistema y rompes las reglas (Como yo xd) disfruta (͡° ͜ʖ ͡°)~

Una vez el nudo se deshizo, el lobo se quitó de encima, haciendo que el pelinegro se desplomara con las rodillas un poco abiertas, dejando que el semen fluyera de entre sus muslos, en gran cantidad.

El cuerpo completo del nórdico, temblaba. No sabía si del miedo o de dolor. Estaba enojado y a la vez asustado.

Ese animal había...hecho sus cosas dentro de él.

Se sentía asqueroso ¿Cómo vería a Riko a la cara de ahora en adelante?

Sollozó, sintiendo la lengua del animal en su parte baja, antes de que volviera a gruñirle y chillarle, haciendo que, lenta y temblorosamente, volviera a levantar su cadera. El can se le encimó de nuevo, penetrándolo en pocos segundos.

Sollozando, recibió cada estocada que daba a su cuerpo, hasta que el nudo volvió a formarse en su interior y el caliente líquido lo invadió nuevamente.

Esto pasó al menos cuatro veces más.

Toda la parte baja le dolía y tenía leves rasguños en sus costados, provocadas por aquellas grandes patas perrunas, que habían estado sujetándole antes. Mas, pronto un par de manos se ciñeron a su cadera y sintió algo, un poco, menos grueso, pero más largo. Jadeó adolorido y entreabrió la mirada, observando fijamente el rostro del castaño con las mejillas sonrojadas y la boca entreabierta, dejando ver un poco de sus colmillos, en cada jadeo que daba.

Sus propias mejillas se sonrojaron y cerró sus ojos, sintiendo el golpe directo en ese punto que le hacía estremecer el cuerpo. Se encontró, gimiendo y chillando por el placer que repentinamente estaba atacando su cuerpo. Estaba sensible, parecía gustarle el movimiento de la pelvis de aquel hombre que decía conocerlo desde pequeños.

Un gemido agudo salió de sus labios cuando unas mordidas fueron directo a sus rosados y erectos pezones. Se sintió aun más sucio, pero a la vez, estaba muy excitado.

-...Junpei...—Le oyó gruñir a su oído, haciendo que su cuerpo se estremeciera y que su miembro erecto, palpitara, antes de venirse a largos chorros de blanca esperma—...Lindo...—Murmuró, pasando su nariz sobre la mejilla ajena, a la vez que con sus dedos tomaba parte de aquella esencia, llevándola a su boca para comerla como dulce.

Eso lo hizo sentir aun más sucio, pero a su cuerpo parecía gustarle, pues su pene volvió a estar duro en cuestión de minutos. Aquel hombre lo tomó por los muslos y práticamente lo dobló a la mitad, haciendo que lograra ver su erección, moviéndose de un lado al otro.

Que vergonzoso era.

Cerró sus ojos con fuerza y oyó el profundo gruñido que el contrario había dado, antes de volver a sentir el líquido quemándole las entrañas y un nudo más pequeño, formándose en la entrada de su ano. Aquello lo llevó a su propio orgasmo, haciendo que parte de su semen cayera en su rostro. El castaño se acercó y lamió cada hilo del espeso líquido blanco y luego besó sus labios, introduciendo su lengua, haciendo el beso más profundo y sucio.

Todas sus primeras veces fueron robadas por ese hombre.

¿Todas?

Mientras el contrario acariciaba su cuerpo, preparándolo para continuar con aquello. Hyuuga se perdió en lo muy profundo de sus pensamientos, dejando que a él llegaran los recuerdos que por tanto tiempo había estado bloqueando.

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El pueblo era bastante grande, para tener a penas 100 personas. Después de desayunar algo de pan y pescado asado, salía de su casa para ir directo a una pequeña laguna en donde habían aguas que expulsaban humo. Era sorprendente como en un ambiente totalmente frío, el calor había echo su propia labor. Eran muy pocos los que conocían como llegar ahí, e iban solo a calentar sus cuerpos agotados.

Kamigami No BasketDonde viven las historias. Descúbrelo ahora