El cielo claro, el sol emergiendo desde la lejanía y la fría brisa mañanera, hicieron que la piel del oriental se pusiera de gallina.
Recordó los viejos tiempos de su niñez, en donde sus padres encendían una pequeña fogata junto a él para mantenerlo caliente. Su piel se erizaba igual que en ese momento y sentía la nieve haciéndole cosquillas en la nariz.
-...Teppei...—Manoteó el hocico del animal que lamía su rostro—...Basta...Deja de lamerme.
-...Eh...No soy yo, Junpei...—Habló el castaño, lo que hizo que el pelinegro abriera sus ojos de golpe, observando al animal que estaba frente a sí—...Un Fenec Ártico, nunca había visto uno...—Murmuró, ladeando el rostro, curioso de ver a aquel animal.
-...¿En serio? —Hyuga acercó una mano al animal y corroboró de que se trataba de algo real—...Suave...—Sonrió y acarició sus orejas—...Lindo...—Sus mejillas se sonrojaron suavemente y tomó al animalito, acunándolo en su pecho.
El Fenec solo hizo un chillido bajo y se acurrucó mejor en él.
-...Oh, veo que tiene un nuevo amigo, Hyuga-San...—Chihiro se acercó a ambos—...Di una vuelta por la zona y estamos a pocos metros del fallo...—Aterrizó y quitó el exceso de nieve de las alas en sus zapatos dorados.
-...Entonces no debemos esperar más...—Se levantó, dejando que el animalito subiera hasta su hombro, en donde descansó como si fuese un ave, aferrándose al cuero de su armadura—...Vayamos a arreglar ese fallo.
Kiyoshi suspiró embelesado. Junpei sin duda era mucho más genial de lo que era de niño.
Lo enamoró aun más.
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Kuroko salió de su templo submarino y miró al cielo océanico sobre sí. Se suponía que ese era el día en que su hermano y los otros dos chicos llegaban al fallo que no había y que debía empezar a crear o si no estaría en muchos problemas.
-...¿Necesitas un té? —Preguntó el pelinegro, acercándose con una humeante taza de arcilla, hacia él.
-...Gracias...—Asintió y tomó aquello, bebiendo un sorbo. Sonrió un poco, era de aquella flor que había tomado de la casa de Afrodita—...Está delicioso.
-...¿Enserio? Pensé que era veneno...—Chasqueó su lengua y se cruzó de brazos—...Demonios, tendré que pensar en otro plan de asesinato.
-...Que me tengas resentimiento después de que me ascendieron, es algo infantil de tu parte, Imayoshi-San...—Suspiró y negó varias veces.
-...Sabes mi historia y no es algo que se pueda olvidar facilmente...—Frunció el ceño y acarició una de las serpientes que tenía por cabello, la cual se acercó a sisear en su mejilla.
-...Yo no fuí, lo sabes, nos conocemos desde que yo era un bebé...—Terminó su té y dejó la taza en las manos del mayor—...Guardas rencor al nombre Poseidón, pero no recuerdas que mi nombre es Tetsuya.
Imayoshi jadeó sorprendido por esa respuesta. Él era de los pocos Dioses que conocían el comportamiento y los cambios de humor del peli-celeste, así que no puedo obviar el enojo que le transmitió.
Le dolió en lo profundo de su alma inmortal.
Kuroko se alejó hasta llegar al centro de su jardín de coral e hizo aparecer su tridente, para luego alzarlo hacia el océano que inmediatamente atendió a su llamado. Concentrándose, ubicó la posición en la que estaban acercándose y comenzó a turbear el mar, creando el fallo que ellos estaban esperando.
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Kamigami No Basket
FanficDioses griegos, Dioses Nórdicos y Dioses Egipcios se reúnen en el olimpo para acudir a una importante reunión en el que Zeus es el anfitrión. Dioses entre Dioses llaman a al amor Cúpido tendrá mucho trabajo Sucesores que pasan a ser Dioses y amores...