-...El padre de Teppei está aquí, con Makoto y no se ve muy feliz que digamos...—Explicó y rascó su nuca con desesperación—...Y créanme cuando les digo que, cuando él sale de su territorio para ir con alguno de sus hijos...—Les miró seriamente—...Es porque se han portado mal.
Muy mal.
Por alguna razón, eso le causó preocupación.
¿Se había portado mal? ¿Cuándo? Todo el tiempo estuvieron...
Se sonrojó furiosamente ¡¿Porqué se preocupaba por el hombre que lo había violado con tanta pasión, con tanta entrega, con tanta...?! ¡Mierda! ¡Ya estaba teniendo una erección de nuevo!
Hizo una mueca y sin escuchar el palabrerío del castaño y el albino, salió de la caverna, temblando levemente por el repentino frío que azotó su cuerpo. Frotó sus manos en sus brazos y caminó hacia el bulto café que se encontraba varios metros frente a él.
-...¿Es cierto lo que Makoto me ha dicho? —Oyó decir al lobo más grande, luego de entreabrir su hocico, dejando ver los peligrosos y grandes colmillos.
-...Él siempre ha estado en contra mía, esperando el momento exacto para asesinarme y adeñuarse de mi manada ¿Porqué deberías creer en lo que él dice? —Contestó en tono tranquilo, aunque su posición era defensiva.
Hyuuga jadeó y detuvo su andar. No tenía idea de qué estaban hablando, pero se le oprimió el pecho de tan solo escuchar que querían matarlo. Entonces lo reconoció, aquel lobo oscuro era el que los había atacado el día anterior. Frunció el ceño y a pasos decididos, se acercó a los tres lobos.
-...Buenos días...—Saludó cordialmente e hizo una marcada reverencia, llamando la atención de los canes—...Perdón por entrometerme, pero no pienso quedarme de brazos cruzados mientras a Teppei se le impone un castigo que no merece...—Dijo mientras colocaba una mano sobre el pelaje castaño del lobo.
Yoshitaka se sorprendió al ver aquello. Normalmente, su hijo no permitía que nadie tocara su cuerpo, mucho menos su pelaje, así que eso era algo raro.
-...¿Mi hijo ha hecho algo malo para contigo? —Preguntó, mirando de arriba abajo al oriental, entrecerrando la mirada al notar cierto olor desconcertante en él.
El sonrojo del chico solo se lo confirmó.
-...Pues...malo no...—Negó—...Quizás algo atrevido, pero no malo...—Acarició el pelaje entre sus manos, haciendo que Kiyoshi lamiera su brazo y se frotara contra él—...En cambio, ese lobo que está ahí...—Señaló al contrario—...Nos atacó apenas y tocamos la nieve...—Acusó, frunciendo el ceño.
El lomo del gran lobo de manchas blancas, se erizó y volteó hacia el lobo oscuro más pequeño.
-...¿Es eso cierto Makoto? —Gruñó, mientras el lobo hizo una especie de mueca, mientras daba un paso atrás, inclinó sus orejas y su cola bajó hasta estar entre sus patas. El lobo mayor suspiró y bajó la mirada, para luego voltear hacia su hijo menor—...Me disculpo por casi darte una tremenda revolcada en la nieve, Teppei. Pero es que lo que se me dijo era tan grave que yo...
-...No te preocupes, padre...—Contestó el can castaño, mientras se sentaba, ondulando su cola levemente—...Y por lo de Junpei...
-...¡¿J-Junpei?! —El lobo abrió sus ojos de par en par y volvió a ver al pelinegro—...¡¿Él?!
Hyuuga asintió y volvió a hacer otra marcada reverencia.
-...Hyuuga Junpei, actualmente conocido como Susanoo, dios del mar en el oriente japonés...—Se presentó.
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Kamigami No Basket
FanficDioses griegos, Dioses Nórdicos y Dioses Egipcios se reúnen en el olimpo para acudir a una importante reunión en el que Zeus es el anfitrión. Dioses entre Dioses llaman a al amor Cúpido tendrá mucho trabajo Sucesores que pasan a ser Dioses y amores...