Kamigami No Basket

Prólogo

Hola a todos, quiero informar que lamentablemente esta historia ha sido robada por Truyen.
Para quienes no saben de esta página, se los explicaré.

Truyen es una página espejo que copia las historias de wattpad y las traduce a su idioma. Puedes ver si una de tus historias ha sido copiada con tan solo colocar "nombre de la historia + truyen" al final. Se recomienda no entrar en esa página por la cantidad de virus que se detectaron al hacer un par de clicks.
Wattpad recomendó colocar este anuncio en el primer capítulo de la historia copiada para informar a cualquier lector a nivel mundial de donde sea que lo esté leyendo.

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-...¡Chihiro! ¡Chihiro! —Llamó el rubio mientras arrugaba cada vez más el pergamino que llevaba entre sus manos— ¡Chihiro!

-...¡Perdone mi retraso Hermes-Sama! —Exclamó mientras aparecía como un rayo frente al Dios.

-...Oh Chihiro, mi joven y adorado sucesor...—Sonrió mientras acariciaba su gris cabellera—...El momento ha llegado mi joven alumno...

-...¿El momento? —Habló con su típica mirada inexpresiva—...¿Se acerca otra guerra? ¿O acaso algún Dios caerá en el abismo del Tío Hades?

-...Nada de eso...—Rió ante aquellas preguntas—...Dime Chihiro...—Habló mientras lo guiaba al sillón más cercano para seguidamente sentarse junto a él—...¿Cuánto tiempo llevas conmigo? ¿Tres? ¿Cinco?

-...Diesiocho...—Comentó el oji-humo—...Diesiocho milenios, Hermes-Sama...

-...Diesiocho milenios bien ganados...—Sonrió—...Mi pequeño, adorado y único sucesor...—Miró con infinito cariño al peli-gris mientras dejaba el pergamino en la mesa de centro y luego dirigía sus manos a las de él—...Es hora Mayuzumi...

El peli-gris abrió sus ojos con sorpresa mientras la emoción se calaba por su sangre y al fin sus ojos mostraban expresión.

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Sus pupilas se dilataron rápidamente ante aquel brusco contacto por un Dios inferior a él.

¿Qué diría su maestro si lo viera así?

¿Lo despojaría de su título?

¿Acaso aquel Dios -Del cuál no conocía ni su nombre- Se sentía complacido al hacer aquello?

-...¡Mngh! —Gimió en su boca al sentir la rodilla de aquel apuesto Dios rozar su entrepierna.

El contrario sonrió entre el beso y decidió llevarlo un poco más lejos, pues así demostraba el agradecimiento hacia él por aquello que no se le fue arrebatado cuando a penas tenía unas cuantas décadas.

Kuroko no sabía como reaccionar. Tenía demasiadas emociones encontradas.

Primero, se convierte en Dios. Segundo, le dan aquella Absurda orden, y ahora le estaba robando el aliento aquel guerrero de las llamas que parecía no dar basto en aquel fogoso beso.

Entrecerró sus ojos mientras sentía como su cuerpo era elevado para seguidamente ser abierto de piernas y sentirse apretujado contra el pilar que prohibía su caída al suelo.

-...Te ves tan sensual...—Murmuró sobre sus labios mientras sentía al pequeño rendirse ante sus caricias.

-...Deten...te...—Suspiró. El aliento marino del peli-celeste  se coló en sus fosas nasales, tornándose adictivo.

-...No me detendré...—Fue lo último que dijo para así volver a atacar su boca con entusiamo.

Y lo último que vió el oji-celeste fue como alguien más hacía aparición.