ONCE

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Juan Pablo Villamil

¿Que rayos significaba la canción? ¿Porque no sola había sido clara conmigo con sus sentimientos?
Bueno... Creía saber que significa, creía saber la respuesta pero quería la opinión de otras personas. Asi que me tomé la ligera molestia de interrumpir los trabajos de mis amigos para hacerlos venir al mío.

Había recorrido toda la oficina, yendo de alla para acá. Inundandome en la letra de aquella canción.

– It's you de Alie Gatie. Es todo lo que diré. Buenas noches Juan Pablo Villamil.

– Buenas Papo.

Martín entró a mi oficina interrumpiendo mis pensamientos.

– Vaya hasta que llegan... – miré detras de él esperando que entrara mas gente – ¿Los demás? – fruncí el ceño.

– Oh, Isaza se ha quedado a coquetear con la recepcionista y Simón hablando por teléfono con Nath – elevó los hombros sin importancia mientras se acercaba a la pequeña mesa donde había Whiskey y una caja con galletas.

– ¿Que no entendieron la palabra »Es una emergencia«? – caminé molesto hacía la puerta dispuesto a buscarlos y arrastrarlos a mi oficina de los cabellos si era posible pero me detuve de golpe cuando los ví entrar tranquilamente

– Ey, Villa... – saludó alegre Isaza pero se interrumpió así mismo cuando miró mi expresión de enojo.

– Uy creo que alguien entró en fase dramática – susurró Simón.

– Ninguna fase dramática. Les he dicho que era una emergencia lo que tenía que contarles – apreté los puños.

–Ya, ya. A ver, Juan Pablo, ya estamos aquí ¿Que pasa? – Martin siempre haciendo la paz.

Rasqué mi nuca con nerviosismo. Caminé hasta mi escritorio y me puse frente a ellos.

– Le dije a Jules que me gustaba – juguetee con mis dedos mientras los miraba.

Los tres tenían la misma expresión en sus rostros. Tenian la boca ligeramente abierta

– ¿Tú? ¿Tú le has dicho eso? – dijo sorprendo Martín.

– Si pero ella...

– Guao, Papo. Es la primera vez en tu vida que te lanzas asi a una chica – Isaza sonreía burlon.

– Lo se pero...

– Creo que Jules a sido quien te diera el valor que muchos años necesitaste para declarartele a una chica – Simón siguió sus juegos.

– ¡Escuchenme! – protesté – sí, le he dicho que me gusta ¿Vale? Pero no e recibido la misma respuesta.

Silencio. Solo cinco segundos duró el silencio en la oficina porque seguido de eso las paredes vibraron con las carcajadas que ese trío de idiotas dieron.

– Alguien no fue correspondido. Uuuu – El pequeño Vargas tomó su estómago mientras se reía.

Su hermano chocó cinco con él para seguir riéndose. Isaza era que había controlado su risa cuando miró mi semblante serio.

– Jum – se aclaró la garganta – así que... – en sus labios bailó una sonrisa que borro al instante – asi que te mandó a la mierda.

Los Vargas volvieron a estallar en carcajadas.
Fruncí el ceño. Levante el teléfono poniendolo en mi oreja, pulse un botón para llamar a mi asistente.

– Ana esté atenta a mi llamado para llamar a los de seguridad – los tres se cayaron al instante y se pusieron serios – dígale a Marcial y Tomas que estén pendientes.

La Última Noche de DiciembreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora