DIECISIETE I

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Juan Pablo Villamil

Ahora comprendía más a Jules. Ahora comprendía el porque su de sus muecas cuando alguien tocaba el tema de su familia. Ahora entendía su semblante nostálgico que le ocultaba a todo el mundo pero que yo si podía ver cuándo alguien le tocaba el tema.

- ¿Cómo te fue ayer con Jules? Regresaron pronto de la cena con su mamá.

- Pues al inicio ella estaba tensa no sé. Aún que yo también me pondría asi si fuera a la casa de mi padrastro. Es más, sería capaz de aventarle un golpe cada que respirará - elevé los hombros - . Bueno, luego salió a tomar aire al porche y regresó echa una furia pidiendo que nos fuéramos de ahí.

- ¿Una furia? ¿Y no le preguntaste?

- No, Simón, no quería alterar más las cosas - me incliné sobre la mesita del centro para tomar un cubo de Rubik que tenía ahí - no se, todo fue muy incómodo. La verdad es que ahora entiendo porque Jules no se lleva bien con su familia.

- Explícate.

- Mira voy a ir directo al grano para que me entiendas - comencé a darle de vueltas al cubo - Jules convivió mucho más con mí familia el día que la presenté en el cumpleaños de papá, que con su propia familia.

Simón quedó boca abierta.

- No marica pero ¿eso... eso es verdad?

- Ajam. Estaba mucho más feliz, mucho más animada con mi familia.

- Pff - resopló - ni que decirte - rascó su barba - es muy maja ¿Porque le harían el feo asi? Sabes, de echo me cae mucho mejor que Amaya. Esa mujer tenía una voz chillona para todo; ¡Villitaaaaaaaaa! - la imitó.

Reímos a carcajadas.

- Sí, lo sé, Jules es... Diferente. Tiene las ideas bien plantadas, no se anda con juegos, y tiene algo... Algo que llama mi atención. No sé, podrían ser quizás los mil demonios que lleva dentro, la cabeza echa un nudo que ella misma se ocasiona... - pensé en ella, en como había progresado su comportamiento desde el día uno - ¿Es muy pronto para decir que mi cariño por ella es más que un simple te quiero?

- Ey, ey, ey para tu tren- hizo la seña de stop, con sus manos -. ¿La amas, Juan Pablo? - lo miré sin saber que responder - ¿De verdad?

Si bien sabía era que desde el día uno, sus ojos verdes habían llamado mi atención, que su cuerpo delgado lleno de curvas y su forma tan cortante de tratarme el día dos y tres y que su forma tan cariñosa de acariciarme a hoy en día me traían loco... Entonces... Sí.

- De verdad, Simón - sonreí como tarado - la he visto en la mayoría de sus facetas y me encanta. Y se que tiene algo escondido en esa cabecita, algo que la atormenta y eso es justamente lo que me acerca aún más a ella. Quiero protegerla de sus demonios, de todos y de ella misma.

Simón abrió la boca para responder pero mi celular comenzó a sonar.

Era Mica.

- Mica, que tal ¿Ya se te perdió Isaza? - reí.

Simón, como siempre, se quedó mirando el vacío.

- Eh... No de echo está aquí a mi lado - sonó entusiasmada - ¡Saluda Isa!

- Que hay perro - dijo carismático.

- Hol...

- El punto no es saludarse - me interrumpió Mica - el punto es que nos vemos en tu casa Villa.

- En mi... ¿En mi casa? - pregunté confundido.

- Asi es. Isa y yo ya vamos de camino al trabajo de Jules. Tú encárgate de Simón.

La Última Noche de DiciembreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora