- Odio esto - refunfuño intentando subir el cierre del vestido.
- Ven acá, te ayudo.
Pasa sus manos por mi espalda hasta llegar al cierre y subirlo lentamente mientras se inclina para dejar un camino de besos húmedos hasta mi nuca.
- ¿Cómo te verías con el cabello largo? - pregunta con voz cálida en mi oído.
Me remuevo, aguantando las ganas de faltar a la cena de mi madre y quedarme a arrancarle esa bonita camisa casual.
- ¿Cómo te verías sin barba? - me volteo quedando frente a él.
- Seguramente cinco años más joven - achina los ojos sonriendo.
- Debo verte sin ella antes de irme.
- Oh, no, eso no pasará - da un toque en mi nariz.
- ¿Y porque no?
- Por que me veo mas maduro con barba.
Me echo ar reír.
- Seguro, sí. Pero todos los que te conocemos sabemos que tienes la mentalidad de un adolescente. Probablemente de la un niño de cinco años.
- Pueda que sí, pero los demás no lo saben.
Lo acerco a mis labios y susurro:
- Oh te veo sin barba antes de irme o no hay sexo hasta los tres años en que vuelva.
Frunce el ceño molesto apartandose de mí.
- Juego sucio, Jules. Eso es juego sucio.
Vuelvo a sonreír. Y detrás de Juan Pablo, veo mi reflejo en el espejo de cuerpo completo. Tuerzo la boca incoforme.
- Baja el cierre del vestido - ordeno.
- ¿Qué? Pero vamos a llegar tarde.
- Que bajes el cierre del maldito vestido, Villamil.
Rueda los ojos divertido y lo hace.
- Ahora ayudame a quitarlo.
- Seguro que treinta minutos tarde no lo notará nadie - dice apresurandose a quitarme el vestido y dejarme en ropa interior.
Me doy vuelta para ir al clóset a buscar que más ponerme cuando su mano toma mi muñeca deteniendome.
- ¿Qué haces?
- ¿Qué haces tu? A donde rayos vas.
- ¿Al clóset a buscar otro atuendo? - respondo confundida sin saber de que diablos habla y lo entiendo todo cuando noto la dureza en sus pantalones color beige - Ya entiendo - digo riendo - Ve al baño a desahogarte mientras que yo busco algo mas que ponerme.
- Estás jugando, ¿Cierto?
Niego divertida.
- Entendiste mal las cosas.
- ¡Me pediste que te bajará el cierre del vestido y luego que te ayudará a quitarlo!
- ¡Sí! Por que no me gusta como se me ve y quiero cambiarlo.
- ¡No! Eso no lo mencionaste.
- Tampoco mencioné que quería hacerlo contigo - sonrió burlona - ahora sal de aquí que tengo que darme prisa.
- No tienes nada que no haya visto antes.
- Fuera de aquí - lo corro del cuarto a empujes hasta que cierro la puerta con pestillo.
30 minutos después...
- Vamos tardísimo, Jules - me reprende bajando del auto. Carga una botella de vino en la mano y con la otra sujeta la mía.
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La Última Noche de Diciembre
RomanceJules perdió la esperanza de vivir hace tiempo. El pasado que carga la dejó rota y con pedazos incompletos, tal cosa la llevo a armar una barrera de acero entre ella y el mundo que la rodea. La música es el único latido débil que la ayuda a sobrevi...