CINCO

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Juan Pablo Villamil


Como un tonto iba sonriendo mientras manejaba hasta mi casa.
Me sorprendi a mí mismo al verme por el espejo del retrovisor con una enorme sonrisa de boca abierta. Negué y volví la vista al frente.

Estacioné fuera de la mi propiedad y vi los coches de mis amigos aparcados afuera también.

Tomé la bolsa del súper y entré a casa. Mis tres mejores amigos de la infancia estaban sentados frente al televisor jugando videojuegos.

- Mañana mismo cambiaré la cerradura.- dije serio.-

- Pero Villa no sea amargado.- dijo Martín quien tenía los pies sobre la mesita del centro.-

- Es mí casa, ustedes tienen la suya y no es prudente que...

Detuve mis palabras al ver a una chica sentada en mí sofá junto a Isaza, quien tenía su brazo por detras de los hombros de la chica.

- Ella es Micaela.- la presentó Isaza al ver mi confuncion.- Una amiga.- la miró y ambos rieron burlonamente.-

- Un gusto Micaela.- saludé amable.-

Ella me devolvió el saludo.

- A ver, a ver...- Simón se paró y se puso frente a mí, inspeccionandome con la mirada.- estás... ¿feliz?- sonrió incrédulo.- ¿Juan Pablo Villamil está sonriendo? Dios esto es un milagro.- se echó a reír cual loco.-

Martín también se puso de pie e hizo lo mismo que su hermano. Inspeccionar me de pies a cabeza.

- Creo que yo se el motivo.- habló orgulloso.-

- ¿Cuál?- preguntó Isaza.-

- El motivo es una chica. Misma con la cual lleva delirando desde hace tres semanas y a la que volvió a ver el finde en el bar...

- Así que Villa está flechado por alguien... Vaya quién será la chica a la cual le debemos el favor.- cuestionó el de lentes.-

- Se llama...

- Basta Martín. Deja de hablar que no vuelvo a contarte nada.

- ¿Cómo es que se llama?- siguió tratando de recordar ignorando lo que había dicho.- Juli... No, asi no era...- negó varias veces con la cabeza.-

- ¿Y tienes su número por lo menos?

Simón era muy curioso, más bien, lo eran todos. Un trío de chismosos eso eran.

- No.- bufé.- la encontré en el supermercado, le ofrecí llevarla pero se negó un sin fin de veces, luego sus bolsas se rompieron, gracias al cielo, y no le quedó mas remedio que dejarme llevarla hasta su casa pero no quiso darme su número. Es dura la mujer.- subí mis hasta mi cara para cubrirla por completo.-

- ¡Jules!- gritó Martin.- ¡Se llama Jules!

- ¿¡Jules!?- ahora gritó la amiga de Isaza.

- ¿La conoces?- preguntó Isaza.-

- Es mi mejor amiga... Oh, mierda.

Descubrí mi rostro para verla.

- ¿Qué... Que has dicho? ¿tú conoces a Jules? ¿Jules Davies?

Asintió emocionada.

- Eres tú. Tú eres ese Juan Pablo de quién ella me habló.

Una pequeña felicidad se instalo en mi pecho al saber que Jules había hablado de mí.

- ¿A-asi? ¿y... que... que te dijo?- caminé hasta la chica.-

- En primera me reclamó por dejarla sola e irme con el guapo de tu amigo.- miro a Isaza coqueta.- luego me dijo que encontró a alguien en la barra que no dejaba de molestarla y no le quedó de otra más que seguir con él.- uy golpe bajo.- y que ese alguien se llamaba Juan Pablo...

La Última Noche de DiciembreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora