| Capítulo 5 |

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05 | Dévora

Para mi temor, no se había identificado de quién era el cadáver de mi casa.

—¿Es algún conocido suyo?

Miré al oficial que me hacía las preguntas. Habían venido policías con sus autos. Las luces que parpadeaban eran lo único que resaltaba en pleno ambiente todo oscuro y gótico.

—No—suspiré—. No lo conozco. Ni siquiera sé cómo llegó a entrar a mi casa.

Horas antes de llamar a la policía, me había quedado estupefacta ante el escenario. La sangre se me había bajado del organismo, a tal punto de tener que buscar una pared para sostenerme.

Los fantasmas me susurraron.

No supe qué hacer por varios minutos. Llamé el nombre de mi hermano por toda la casa, mi voz parecía resonar como eco mientras rebotaba por las paredes. Call no estaba en casa. Eso podía explicar la razón del cadáver.

Llamé a Clark. Era la única opción que tenía. No esperé dentro, esperé afuera. Con la nota en mano, de la misma manera en la que sostenía mi celular. Quería verificar si el maldito asesino israel que me había enviado ese cadáver.

Si estaba jugando conmigo...

Le envié la foto. Y le escribí con el miedo y la ira en la punta de la boca.

Yo: Has sido tú, ¿verdad, asesino de mierda?

No era de insultos. Pero, en mi defensa, estaba iracunda. Si el maldito creía que tenía toda la potestad de poder insultarme y jugarme una de sus bromas porque creía que tenía ventaja al saber que yo no podía denunciarlo con la policía estaba equivocado.

Pasaron segundos y minutos. No contestó.

La mano me tembló un poco cuando agarré la nota y le envié foto.

Yo: Esto no es divertido.

Fue ahí recién cuando respondió.

Y yo no sabía si quería leer la respuesta o no, por lo que decidí esperar diez segundos hasta finalmente leerla. Su mensaje me dejó en claro su respuesta.

Desconocido: Te traeré las manos del idiota que escribió eso.

Desconocido: Todo aquel que se atreva a asustarte es hombre muerto.

Entonces la pregunta bulló en mi mente: Sino lo había hecho él, ¿entonces quién?

¿Quién había entrado a mi casa? ¿Cómo había sucedido el encuentro? ¿Por qué habían matado a un hombre en mi casa? Miles de preguntas merondeaban mi cabeza, otras preocupándome más de lo que debería.

Mi celular vibró. Y yo lo leí de inmediato.

Desconocido: No llames a la policía.

Tragué saliva.

Ya lo había hecho.

Cuando iba a responderle, había escuchado el motor de un carro aproximándose, Clark probablemente. Preguntas se originaron nuevamente. Otras de miedo, otras de curiosidad e intriga, pero crecían conforme pasaban más segundos.

Me guardé el miedo y hablé con Clark hasta que llegara la policía.

—Cuéntenos los hechos desde el principio—pidió el oficial.

Yo no sabía qué decir exactamente.

El asesino me había pedido que no llamara, pero ya era demasiado tarde ante su recado. Alcé el mentón y erguí mi espalda. Fui muy clara y concisa. Dicté lo sucedido como si ese cuerpo solamente hubiera aparecido y no tuviera ninguna sospecha de lo que sucedía.

Detrás de ti (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora