OYH| Katania Stilinski es una chica normal de dieciséis años. Cansada de mudarse continuamente por el trabajo de sus padres, les suplica que la dejen irse a vivir con su primo y tío favorito a Beacon Hills.
Jamás se imaginó las aventuras que har...
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No mentiré, estoy nerviosa. Después de todo, es mi primer baile escolar. Si he ido a fiestas, pero nunca una organizada por la escuela. Jamás tuve la iniciativa de ir (de las pocas veces que tuve oportunidad) y la verdad es que me alegra que mi primera sea acá, con personas que son importantes para mí.
Al llegar y entrar, sonrío viendo el lugar con mis ojos bien abiertos. Los que organizaron y decoraron todo el gimnasio lo hicieron fabuloso, de verdad que quedó increíble. Al ver la hora dejo un momento a solas a Isaac con la excusa de ir al baño para dirigirme sin que nadie me vea (ninguno de los adultos) y llego a una de las puertas traseras que al intentar abrirla descubro que está cerrada.
Bien, me preparé para esto.
Saco un invisible de mi cabello y la meto en la cerradura, he visto series, películas e investigué en internet, también practiqué con la cerradura de mi habitación. Me costó unos minutos, pero pude abrirla con éxito.
―Bienvenido al baile de invierno, Scott McCall ―digo con modestia y una leve inclinación, sacándole una pequeña carcajada.
―Muchas gracias, Kat.
―De nada ―me pongo recta con una gran sonrisa.
Entra y cierro la puerta, estoy apunto de volver a caminar, pero me detengo al ver como su mirar está fijamente en mí.
―¿Todo bien? ―pregunto algo confundida.
―Es que... te ves preciosa, Kat ―me sonrojo por sus palabras, no las esperaba y la forma en lo que lo dijo me tomó desprevenida.
Relajo mi corazón para que no note como me dejaron sus palabras y sonrío.
―Gracias, tú también te ves bien, mejor de lo que pensé ―bromeo al final, y él rasca su nuca, luciendo algo nervioso.
―Gracias.
―Bueno, ahora vayamos adentro, estoy segura de que una señorita te está esperando.
Agacha levemente su cabeza―. No creo que Allison quiera verme.
―Estoy segura que sí, además, Jackson no es una buena pareja ―afirmo, estoy segura de eso.
―¿Eso crees?
―Scott ―dejo una de mis manos sobre su hombro y le sonrío―, eres mucho mejor que Jackson en varios sentidos, no dejes que su actitud mediocre baje todas tus virtudes.
Se me queda mirando y sin darme cuenta me abraza fuertemente, pero sin llegar a lastimarme. Correspondo su abrazo. Cuando conocí a Scott creí que me sentiría insegura pensando que me apartaría de Stiles, pero fue todo lo contrario. Solo tuve que hablar con él y conocerlo, omitiendo el fabuloso hecho de que es un hombre lobo, Scott McCall es un chico grandioso, amable y solidario. Él fue una de las pocas personas que se tomó en serio mis palabras y la misión de llegar a ser mi amigo, ganando y perdiendo puntos, pero él lo consiguió, y me escucha y me entiende, y sí, comete muchos errores, pero somos humanos, de los errores aprendemos.
