OYH| Katania Stilinski es una chica normal de dieciséis años. Cansada de mudarse continuamente por el trabajo de sus padres, les suplica que la dejen irse a vivir con su primo y tío favorito a Beacon Hills.
Jamás se imaginó las aventuras que har...
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La hora para ir al cumpleaños de Lydia Martin se acercó cuando menos me di cuenta y no he podido dejar de pensar en lo que mamá me contó. Entonces, o matamos al amo del kanima o encontramos una manera de traer de vuelta a Jackson, lo que aún no termino de entender del todo. Bueno, no lo conozco tan bien, solo sé que es un idiota, que cometió errores, sí, pero no merecía todo esto que le está pasando. Y la verdad, si pienso en una persona que pueda conectarlo con su parte humana es Lydia, no se si estoy en lo correcto, pero desde que llegué he visto la relación que mantienen. Si, Jackson terminó con ella y muchas veces no se comportó de una buena manera, pero parece ser que ella es la persona que más lo conoce y que incluso después de hacerla sufrir tanto, sigue preocupándose por él.
Por ahora, para no martillar tanto mi cabeza, lo haré a un lado y disfrutaré del corto tiempo que esté en la fiesta, claro que si llega a aparecer el invitado de honor, me mantendré vigilando lo que pueda.
Con Stiles llegamos unos minutos después de las ocho. Lo dejo atrás, quedándose algo ocupado al intentar sacar la gran caja del jeep, ni siquiera me dijo que iba a regalarle, pero bueno. Al tocar la puerta, la cumpleañera no tarda en abrir.
―¡Kary!
Me sorprendo cuando deja la bandeja con vasos a un lado y me abraza con fuerza.
―Me enteré que estuviste en el hospital, me preocupaste ―se separa, mirándome algo apenada―. Yo... quise ir a verte, pero decidí que lo mejor sería que estuvieras con tu familia.
―Gracias, Lyds. Stiles me comentó que preguntaste por mí.
Y si que lo hizo, no dejaba de alardear que la mismísima Lydia Martin le había escrito a él, preguntando por mí, pero le escribió a él.
―Feliz cumpleaños.
―Gracias, puedes pasar.
―Stiles viene en un segundo, trae tu regalo, espero que te guste ―ella asiente―. Lo escogió él mismo para tí.
Le guiño un ojo, pasando de largo para dejarla a solas con mi adorable primo. De verdad espero que Lydia abra los ojos y se dé cuenta de lo asombroso que es Stiles, sé que poco a poco lo va descubriendo, por cómo se sonrojó apenas la dejé en la puerta y además, Stiles siempre aprovecha para hacerla sentir bien en momentos no tan felices, como cuando la encontró llorando en los estacionamientos. Sé que Lydia es lo suficientemente inteligente para darse cuenta de la verdad.
Y voy a estar muy feliz cuando eso pase.
Camino por su casa, observando la preciosa decoración y viendo con curiosidad los marcos con fotos que encuentro por ahí, sonriendo de ternura al ver a una Lydia pequeña con un trofeo de algo en sus manos.
¡Era tan tierna!
―Kat ―me encuentro con Allison al salir al patio trasero―. Hola, no... no creí que vendrías, me enteré lo que pasó, ¿estás bien?
