010.

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↠CONVERSACIÓN SIN ESCAPE.

↠CONVERSACIÓN SIN ESCAPE

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—No alteres a Scott.

—¿Y por qué me dices eso a mi? —miro a mi primo con una ceja alzada—. Okey, esta bien. Entiendo. Pero, ¿por qué no tengo que alterarlo?

—¿Eres idiota o te pagan? —okey, me salió del corazoncito—. ¿Como que por qué? Scott acaba de descubrir que hay un alfa, un hombre lobo demasiado fuerte que podría matarnos en un segundo —le recuerdo alterada—. Y también de que yo tuve la razón todo este tiempo.

—No es cierto.

—¿Perdón? —lo miro ofendida—. Yo nunca creí que Derek mató a su propia hermana.

—Por un momento sí —miro a Stiles con un tic en el ojo.

—Porque ustedes llenaron mi cabeza con sus estupideces. Además, al día siguiente ya estaba averiguando y descubrí la verdad. Yo solita —sonrío orgullosa con una mano en el pecho—. Y olvidando esto por un segundo, ¿quieres ver a un hombre lobo adolescente descontrolado por las calle de Beacon Hills? Porque yo no.

—Yo tampoco —afirma él negando con la cabeza.

—Entonces no lo alteres —palmeo su hombro y salgo del jeep para entrar a la preparatoria—. Te veo en el salón de clases.

—Claro.

Nos separamos y me dirijo a mi casillero. Scott nos contó anoche por videollamada lo que pasó con Derek. Pelearon, Derek ganó —no lo dijo, pero sé que sí—, descubrió que hay otro y que fue él quien lo mordió, no Derek. Y ahora no se que vamos a hacer con el alfa, porque no tenemos ni idea de quién es, pero luego hablaremos de eso.

—¡Hola, Isaac! —saludo al ojiazul al llegar y verlo en su casillero.

—Hola —sonríe mirándome.

—Ayer estuve buscándote —admito abriendo mi casillero—. No te encontré —hago un puchero mirándolo.

—Oh, no sabía —rasca su nuca, luciendo nervioso—. Perdón.

—No tienes que disculparte, este lugar es grande —me encojo de hombros y sonrío.

—¿Puedo preguntar para qué me buscabas?

—Acabas de hacerlo —lo miro con una sonrisa divertida—. Y la respuesta es que... ¿por qué no? Me agradas, deberíamos salir.

—¿S-salir?

—Claro —saco mi libro de la clase que tengo ahora y lo miro de reojo—. A menos que no quieras.

—No. Me encantaría.

—Genial —de mi casillero tomo un papelito de los post-it, amo esas cosas, y una lapicera—. Ten, este es mi número —le doy el papel luego de escribir y cierro mi casillero, acomodando mi mochila en el hombro—. Hablamos y quedamos un día.

Open Your Heart ↻ Derek HaleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora