OYH| Katania Stilinski es una chica normal de dieciséis años. Cansada de mudarse continuamente por el trabajo de sus padres, les suplica que la dejen irse a vivir con su primo y tío favorito a Beacon Hills.
Jamás se imaginó las aventuras que har...
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¿Cómo una maldita noche lo puede cambiar todo?
Si Scott, Stiles y yo no hubiéramos ido esa noche al bosque nada de esto nos hubiera pasado a nosotros. Tal vez el alfa no hubiera mordido a nadie o a otra persona y nosotros hubiéramos seguido igual de ciegos que el resto de las personas. Si no hubiéramos ido... Ahora solo tal vez me estaría preocupando en que usar en el baile de invierno y no en cuidar a Jackson porque los Argent sospechan que es el segundo beta, o sea, cree que es Scott.
Tampoco me estaría preocupando por un amargado que decidió irse con la persona que asesinó a su hermana. Aún no puedo creerlo, cuando Derek y yo entramos al hospital anoche para ir tras Stiles, peleó contra su propio tío y se fué con él. No se que le habrá dicho Peter, pero si hubieran matado a mi hermana, no importa que me digan o quien sea esa persona, para mí estaría muerta.
Ahora estoy con Scott y Stiles, el hombre lobo está rastreando a Jackson por su olfato mientras que mi primo conduce. Cuelgo la llamada con Lydia y guardo mi teléfono. Me había invitado a ir al centro comercial con Allison, pero bueno, tuve que rechazar su invitación para estar aquí. El mundo sobrenatural no podrá esperarme y yo no quiero que me esperen.
Llegamos a un estacionamiento vacío y Stiles frena a unos metros del Porsche de Jackson, la sorpresa es que está el padre de Allison. Veo como el capó donde está el motor está abierto, debe tener un problema el auto.
―Hola.
―¿Qué tal? ―saludan ambos, yo me mantengo en silencio.
―¿Está todo bien? ―pregunta Scott.
―Hola, Scott ―lo saluda el adulto―. Tu amigo tiene problemas con su auto. Estamos revisándolo.
Si, claro, amigo.
―Vaya...
―Hay un taller cerca, seguro que tienen un remolque ―dice Scotty.
―Si. ¿Te llevo? ―pregunta Stiles, Scott abre la puerta.
―Vamos, Jackson ―digo, asomándome, al ver duda en su rostro―. Eres muy guapo para estar afuera solo, no queremos que nada te pase.
Él asiente y sonrío levemente cuando comienza a caminar hacia nosotros. Parece como un indefenso cachorro que sigue las órdenes de alguien tan poderosa como yo. Bueno... lo de poderosa se puede considerar, pero yo si soy de dar órdenes.
―Chicos ―miro hacia Argent. Se dirige a la puerta del piloto del Porsche y como por arte de magia, enciende―. Te dije que sabía de autos.
Frunzo el ceño, siguiéndolo con la mirada hasta que sube a su camioneta y se marcha. Con Stiles nos bajamos del jeep, ya que Scott se había bajado antes para que el idiota número uno entre.
―¿Me estás siguiendo?
―Si, maldito idiota ―sonrío mirando a mi beta con orgullo, así se responde―. ¡Casi lo arruinas todo!
