OYH| Katania Stilinski es una chica normal de dieciséis años. Cansada de mudarse continuamente por el trabajo de sus padres, les suplica que la dejen irse a vivir con su primo y tío favorito a Beacon Hills.
Jamás se imaginó las aventuras que har...
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Un nuevo día en Beacon Hills donde se que nada es lo que parece porque ¡Existen los hombres lobo! Dios, me encantaría decirle todo a mis padres, pero... no puedo, le prometí a Stiles que no lo haría y yo nunca rompo mis promesas. Tengo miles de preguntas, mi curiosidad está al tope. ¿Cómo serán sus transformaciones? ¿Se convertirán en un lobo completo como en las películas? Definitivamente deben existir otras criaturas, ¿existirán los vampiros? ¿Drácula será real? Oh, dios, necesito que mi curiosidad y ansiedad bajen un poco.
Pero, ¿Derek en verdad mató a la chica del bosque? Y si él fué, ¿por qué no me mató cuando tuvo la oportunidad? Ahora que sé que es un hombre lobo... todo cambia.
—¿En qué tanto estás pensando? —miro a Stiles que está conduciendo a la preparatoria—. No sueles estar callada.
—Solo... pienso en todo esto. Tu mejor amigo es un maldito hombre lobo. Es muy genial.
—Si, lo se, estoy igual. Pero ahora debemos concentrarnos en la escuela.
—No, gracias, voy a seguir pensando en la posibilidad de que existan los vampiros, y sí son reales, debo averiguar cómo encontrar...
—A tus propios hermanos Salvatore, ¡Dios! ¿Podrías hablar de otra cosa?
—Si tu dejas de hablar de Lydia Martin —lo desafío con la mirada.
—Gracias a dios llegamos —murmura cambiando de tema y me doy la victoria.
Stiles estaciona y bajo del Jeep con mi mochila colgando en un hombro. Espero a Stiles y juntos caminamos hacia Scott.
—Hola.
—¿Hablaste con Allison? ¿Te perdonó?
—Todavía no la encuentro, pero lo haré apenas la vea.
—Genial. Bueno, chicos, me voy a mi casillero.
—Espera —muro a Scott—. Ten.
Frunzo el ceño y agarro el paquete de gomitas que Scott me extiende.
—¿Por qué...?
—Stiles me dijo que son tus favoritas.
—Lo son... —miro con extrañeza el paquete y luego a Scott—. ¿Ésto es para sumar puntos?
—Tal vez...
—Wow... —sonrío y lo abrazo—. Gracias, Scott. Nadie me toma enserio cuando digo eso —murmuro y me separo de él—. Gracias.
—No es nada. Disfrútalas —me sonríe rascando su nuca.
—Lo haré —afirmo y miro a Stiles que se encuentra mirándonos a ambos con una ceja alzada—. Eh, bueno, los veré en la práctica de lacrosse.
