OYH| Katania Stilinski es una chica normal de dieciséis años. Cansada de mudarse continuamente por el trabajo de sus padres, les suplica que la dejen irse a vivir con su primo y tío favorito a Beacon Hills.
Jamás se imaginó las aventuras que har...
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Después de revisar a Isaac y dejar que descanse, nos despedimos de Derek y los tres subimos al jeep.
Nunca habíamos estado en un silencio tan incómodo como el de ahora. Y todo es mi culpa. Stiles simplemente conduce mirando al frente, él siempre está tirando algún comentario o se queja de la música que pasa en la radio (que ahora no está encendida), mientras que Scott tiene la mirada perdida por la ventana con una mano apoyada en su tatuaje.
―Lo lamento ―mi voz sale baja, temblorosa y ni siquiera los miro en la parte trasera del auto―. Se que debí decirles la verdad apenas llegué, pero... no lo sé, solo quería darles algo más de normalidad como estos meses de verano.
―Tuviste que decirnos igual, Katania.
Stiles nunca me llama por mi nombre.
Scott gira a verme―. ¿No somos un equipo?
Ay, esos ojitos.
―¡Claro que sí! ―me aproximo, dejando una mano en su hombro con fuerza―. ¡Iba a decirles llegado el tiempo! Perdón, chicos, no lo volveré a hacer.
―Estamos acá, Kat, tú fuiste la que me enseñó que no debía cargar con todo solo ―mi querido amigo me regala una bella sonrisa y saca mi mano de su hombro para entrelazarla con la suya―. Estamos juntos en esto.
―Siempre lo estaremos. Así que no vuelvas a mentirnos y dinos toda la verdad ahora.
Los miro con una sonrisa. Comienzo relatando la misión que me otorgó la Academia sobre la manada de Alfas, averiguar si se encuentran aquí y descubrir sus intenciones. El primer paso listo, ellos están aquí, pero aún no se que es lo que buscan. Si es por Derek, quizás quieren saber qué tan fuerte es como alfa o si es por otra razón desconocida. Me descargo, sintiendo un peso menos.
Les explico cada detalle que tenga en mi memoria y como llegué a la misma conclusión que ellos por las actitudes de los animales, también profundizo en lo que hablé con Derek, sobre lo mucho que estuvo buscando a Érica y Boyd, además de cómo es que Isaac terminó así. Cuando llegamos a casa de Scott, Stiles le dice, más bien le ordena, que se vista con lo mejor que tenga y que vendrá por él en dos horas.
Yo lo miro confundida mientras me paso al asiento de adelante, aunque él no se fija en mí.
―¿Vas a seguir enojado?
―No estoy enojado, ¿okey? Pero me hubiera gustado que me lo dijeras antes.
―Lo sé, perdón.
―Sé que querías darnos "normalidad" pero eso ya no existe para nosotros, Kat. Estamos aquí para ayudarnos, así que basta de mentiras, ¿de acuerdo?
―Lo juro por la garrita.
Sonríe, entrelazando su meñique con el mío. Le doy un beso en el cachete y, colocando música alta, conduce hasta casa.
