OYH| Katania Stilinski es una chica normal de dieciséis años. Cansada de mudarse continuamente por el trabajo de sus padres, les suplica que la dejen irse a vivir con su primo y tío favorito a Beacon Hills.
Jamás se imaginó las aventuras que har...
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Mi tío está hablando con el padre de Jackson, ya llamaron a la madre de Scott y está viniendo para acá, pero nosotros nos encerramos en una oficina vacía porque Allison me llamó para decirme algo verdaderamente importante.
La persona que creíamos que estaba protegiendo a Jackson, ese aparente amigo, si bueno, no es un amigo y no lo está protegiendo, lo está controlando. Al parecer Lydia sabe latín antiguo, está en casa de Allison y tradujo eso. El kanima no busca un amigo.
Busca un amo.
―Si Jackson no sabe lo que hace, probablemente no sepa que alguien está controlándolo.
―O no lo recuerda ―agrega Scott a lo dicho por su novia.
―¿Y si es lo mismo que le pasó a Lydia cuando huyó del hospital? ―pregunta Stiles.
―¿Un estado de fuga? ―cuestiono y él asiente con su cabeza―. Puede ser, eso explicaría porqué no recuerda nada. El asesinato, la sangre y en especial a la persona que lo controla, quien de seguro fue quien editó el video.
―En otras palabras, quien ayudó a que olvidara todo ―dice Stiles.
―Exacto.
―¿Están seguros de que Jackson no sabe nada de esto? ―pregunta Allison.
―Cree que aún es hombre lobo y que al estar con Lydia se atrasó todo ―responde mi primo.
―¿Intentamos convencerlo de que no lo es?
―Si eso nos ayuda a descubrir quién lo controla, sí ―afirmo, mirando a los chicos.
―¿Piensan que nos hablará después de lo que hicimos?
―Sí, somos nosotros ―afirma Stiles―. Nos hablará ―los tres nos quedamos viéndonos en silencio, yo con una mueca―. ¿Cierto?
―Si...
Todas nuestras esperanzas se rompen cuando nos llaman en una sala y el tío Noah comienza a leer los requisitos impuestos por el abogado Whittemore.
―Se les prohíbe acercarse a Jackson Whittemore a menos de quince metros, no le hablarán, no lo abordarán, no lo atacarán ni lo acosarán física ni psicológicamente.
Noah deja lo que leyó sobre la mesa y los tres adultos se nos quedan viendo. El padre de Jackson casi nos mata con su mirada, la mamá de Scott solo cubre su boca y mi tío..., solo nos mira con seriedad.
Esta vez sí que lo arruinamos.
―¿Y la escuela? ―me animo a preguntar.
―Pueden ir a las clases, pero mantendrán una distancia de quince metros ―responde mi tío.
Asiento en silencio y vuelvo a ver mis manos. Ahora sí que le dirá a mis padres, estoy segura.
―¿Y si los dos tenemos que ir al baño al mismo tiempo ―miro a Stiles cuando comienza a hablar―, solo hay dos retretes disponibles y quedan contiguos? ―en respuesta, su padre solo se mantiene serio con los brazos cruzados sobre su pecho―. Aguantaré.
