Little Princess (Lil Pump//Daddy Kink)

Capítulo 39.- Ski.

Sentí mi corazón latir rápido, sentía que en cualquier momento explotaría de lo rápido que iba.

Comencé a respirar pesadamente, sentía que el aire no llegaba a mis pulmones y eso solo me hacía respirar más apresurado.

-Cherry, respira.-me dijo daddy.-Inhala y exhala.

Traté de hacerle caso, y comencé a inhalar por la nariz y exhalar por la boca, daddy me imitó y así estuvimos por unos minutos hasta que pude relajarme.

-Estoy aterrada.-murmuré.

Nos quedamos en silencio.

-Realmente no sé qué hacer sin ti.-le hablé mirándolo a los ojos.

-¿Y tú crees que yo sí?-habló dolido.-Realmente no quiero alejarme de ti, te quiero tanto.-me acarició la mano a la vez que decía eso.

-¿Entonces cuál es la necesidad de hacerlo?-pregunté, pero ya sabía la respuesta.

-Quiero disfrutar todo el tiempo que nos quede antes que comience mi gira.-daddy ignoró mi pregunta.

-¿Por qué quieres que nos distanciemos? No entiendo.-mentía, en el fondo sabía el porqué.

-Alessia.-dijo daddy.-Ambos sabemos que nos hacemos daño, no estamos del todo bien, ni yo, ni tú.-habló calmadamente.

El pecho se me apretó y sentí mis ojos llenarse de lágrimas. Realmente éstas serían mis últimas vacaciones con daddy, y también mis últimas semanas.

Me aferré a él, quería sentirme protegida, quería saber que realmente todo iba estar bien.

Nos quedamos dormidos así, disfrutando el momento.

Desperté y daddy aún seguía durmiendo, mi corazón dolía, sentí que perdía a daddy para siempre y no podía hacer absolutamente nada para evitarlo, en el fondo ambos nos estábamos perdiendo.  No nos podemos aferrar a las personas, nunca sabemos cuando deberán irse de nuestra vida. El amor no lo es todo ¿verdad? el amor no siempre puede con todo, y esto no se supone que debió ser amor, esto solo era un contrato para beneficio mutuo.

Reflexioné mientras observaba a daddy dormir, sus facciones relajadas transmitían paz, si no tuviera tatuajes en la cara se lograría apreciar más su cara de bebé. Reí levemente; sus tatuajes lo hacían ver como un gangster, pero todos sus tatuajes reflejaban a la perfección su personalidad. 

Acaricié su mejilla y daddy abrió sus ojos de golpe. 

-¿Estás despierta desde hace mucho tiempo?-preguntó.

Negué con la cabeza, sentía como la tristeza y nostalgia me comenzaba a invadir. 

-¿Quieres que preparemos el desayuno juntos?-preguntó acomodándose en la cama.

Asentí, tenía un nudo en la garganta que no me dejaba pronunciar palabra alguna, sentía que si abría mi boca me largaría a llorar y no pararía hasta deshidratarme de tanto llorar.

Nos levantamos a preparar el desayuno juntos, hicimos panqueques y preparamos café, me animó bastante hacer algo tan trivial con él.

Nos sentamos a comer cuando ya teníamos todo listo.

Comimos entre risas, tal vez queriendo evitar retomar la conversación de anoche, tal vez olvidando el hecho que pronto nos convertiremos en extraños.

-¿Te puedo pedir algo?-pregunté tímidamente.

-¿Qué pasa Cherry?

-Durante estos días, ¿podemos fingir que somos una pareja recién casada?-dije un poco avergonzada.