Little Princess (Lil Pump//Daddy Kink)

Capítulo 7.- Sexual.

Íbamos ya en camino hacia el club en donde se presentaría daddy. Fuimos en auto a pesar de que solo se encontraba a unas tres cuadras del hotel. Nos bajamos del auto y entramos al lugar, era obviamente oscuro, y no me gustaba, odiaba la oscuridad. Apareció Purpp saludandonos.

—Hey, Pump.—saludó a daddy.

—Alessia, que gusto verte otra vez.—habló y yo sonreí amablemente.

—El gusto es mío.—respondí viéndolo. Sonrió y encendió un porro junto con daddy. 

Me alejé un poco de ellos, odiaba el olor de marihuana, cigarros, etc. 

Me quedé viendo como preparaban los equipos en el escenario, arreglando los últimos detalles para la presentación. 

—Cherry.—habló daddy y yo voltee a mirarlo.—El club va a abrir, hay que ir a los camerinos.—comentó mientras caminaba y yo lo seguí.

 Llegamos a una habitación espaciosa, con sillones negros y espejos, habían varias personas dentro de ella moviéndose de un lado a otro. Me senté en un sillón, realmente no quería ser un estorbo para las demás personas, preferí comportarme y ser una buena chica, debido al dolor que aún tenía en mi trasero me senté en la punta del sillón para evitar tanto dolor.

Saqué mi teléfono y trate de entretenerme en este, un mensaje llegó.

—Hey, Alessia, lamento mucho lo sucedido.

Era un mensaje de Agustín. Realmente no quería hablar con él, y daddy me dijo que no lo hiciera, ignore el mensaje sin pensarlo. 

—Alessia, te preparé esto para que te diviertas.—habló Purpp extendiendo un su brazo con un vaso hacia mí.

—No bebo.—me apresuré a decir.

Purpp me miró extrañado y se sentó junto a mí.

—A ver, cuéntame, ¿a qué te refieres con que no bebes?—preguntó tratando de entender.

—No me gusta el alcohol.—expliqué algo incómoda, sabía que era extraño que no bebiera, todo el mundo lo hace, y la mayoría de los adolescentes comienzan a beber desde los 15 años, y yo iba a cumplir 19 años y lo detestaba con mi vida.

«—Alessia, le he añadido un ingrediente especial a tu leche, sé que te encantará, porque es lo que le encanta a tu madre.—habló mi mamá. Tenía 6 años y estaba escondida debajo de mi cama viendo los pies de mi progenitora.—Aunque si no te gusta el ron, tengo algo de whisky para ti.»

—Alessia.—habló Purpp mientras me sacudía el brazo para llamar mi atención. Lo miré y me di cuenta que me había sumergido en el pasado por un leve momento.

—Lo siento.—me disculpé rápidamente.—¿Qué decías?—pregunté amablemente mientras sonreía para que no mencionara nada respecto a lo sucedido.

—¿Quieres que te consiga algo de bebida?—preguntó amablemente.

Asentí sonriendo.

—Por favor.—pedí y él se levantó en busca de bebida para mí.

Me quedé en la misma posición, mirando mis manos y jugando nerviosamente con ellas, estaba ansiosa y lo detestaba, llevé uno de mis dedos a mi boca para arrancar la piel de este, desde que era pequeña tenía esa manía de arrancar los cueritos de los dedos.

—No te comas las uñas.—habló daddy llegando junto a mí. Saqué mi dedo de mi boca.

—No me como las uñas.—aclaré mostrando mis uñas, bostecé.

—¿Tienes sueño?—preguntó daddy sentándose junto a mí a la vez que bebía algo de un vaso.

—Estoy cansada daddy.—hablé mirándole a los ojos.