Sentí unos brazos rodear mi cintura, un aliento en mi oreja.
—Estoy aquí, Cherry.—susurró Daddy.
Me di vuelta para observarlo, y ahí lo vi, a través de la oscuridad logré distinguir lo que él verdaderamente era, lo que él tenía que ofrecer. Vi mas allá de sus tatuajes y su cabello con rastas, me di cuenta que él me encantaba, aún sin saber mucho de él, aún si el no logra verme como yo lo veo a él. En ese momento caí en cuenta, suceda lo que suceda él tendrá mi corazón, mi amor, él tendrá por siempre todo de mí.
—¿Qué ocurre?—los ojos de daddy brillaban en la oscura noche.
—Me haces muy feliz.—respondí con mis ojos aguados.
Estaba emocionada debido a que nunca me había sentido así con alguien, y aunque me aterraba complemente la situación, quería dar lo mejor de mí.
Daddy me tocó la cara, sin embargo, no sentí su tacto, su cara se acercó a la mía y posó sus labios en los míos, cerré mis ojos intentando sentir el tan deseado beso, no logré sentir nada, abrí mis ojos y daddy no estaba allí.
Desperté con el corazón acelerado.
Me encontraba sola en mi habitación, todo lo que había pasado, no había sucedido realmente, era un sueño, una simple imaginación mía. Demasiado bueno para ser verdad.
No intenté volver a dormir, preferí quedarme despierta imaginando lo que seguía en el sueño, imaginando una perfecta realidad con daddy.
Una mundo en donde daddy me amaba completamente, me daba un beso de buenas noches y pasaba toda la noche junto a mí. ¿Por qué no podía existir un mundo así?
Decidí levantarme cuando el sol ya iluminaba completamente mi habitación. Bajé en pijama a la cocina, estaba muriendo de hambre.
—Hola, María.—saludé, María se asustó y botó una taza que tenía en la mano.—Lo siento, no quería asustarte.—me disculpé.
Me acerqué a recoger los pedazos de porcelana tirados en el piso.
—No te preocupes, yo los limpio.—habló.
Levanté los pedazos mas grandes y los boté a la basura. Me senté en el comedor.
—Se ha despertado temprano.—mencionó.
—Sí, dormí pocas horas.—confesé recostando mi cara en mi brazo.
—¿Se debe al señor Gazzy?—preguntó, dejando las cosas para el desayuno en la mesa.
—¿Es obvio?—pregunté de vuelta.
—Un poco.—respondió sonriéndome.
Me sirvió el desayuno y yo comencé a devorar todo.
—¿Sabes?—María habló.—La indiferencia es la mejor arma de conquista.—mencionó casualmente.
—María, yo...
—Yo solo le digo.—me interrumpió.
Indiferencia, siempre he odiado la indiferencia, y yo no le puedo hacer eso a daddy, por mas que quiera llamar su atención, aún así sonaba tentador e interesante la idea.
—¿Eso es para daddy?—pregunté viendo la bandeja que cargaba María.
—Sí, ya es hora de subirle el desayuno.—respondió María observando un reloj en la pared.
—Yo se la llevo.—me ofrecí y María me cuestionó con la mirada.—Llévala tú, yo terminaré de desayunar.—cambié de opinión.
María me sonrió y salió de la cocina.
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Little Princess (Lil Pump//Daddy Kink)
FanfictionGerald, manager del famoso cantante de trap, Lil Pump; cansado de la reputación de este, debido a las putas, decide contratar a una baby girl para satisfacer las necesidades del pequeño Pump, sin entender muy bien el tema de lo que es ser un Daddy K...