Little Princess (Lil Pump//Daddy Kink)

Capítulo 17.- Hospital.

Desperté temprano, estaba emocionada y no podía esperar para ir a reunirme con la madre de daddy y su hermana pequeña. Vi la hora en el reloj del velador al lado de la cama de daddy, daban las 08:37 am, demasiado temprano como para ir al hospital, además estaba segura que ni María ni John me dejarían salir de la casa sin comer algo. Me resigne a permanecer en la cama hasta que María me trajera mi desayuno a la cama. 

Me estiré para alcanzar mi teléfono y comencé a ver mis redes sociales, vagando en estas me dieron ganas de hablar con Marina, así que le escribí.

—Hola, Marina.

—¿Estás?

No obtuve respuesta y dejé mi teléfono de lado, me acomode para volver a dormir hasta que María me trajera mi desayuno.

Unos leves golpes resonaron en la puerta despertándome de mi sueño, mire en dirección a la puerta y María venía entrando con total discreción, cuando se dio cuenta de que estaba despierta me sonrió amablemente.

—Hola señorita Alessia, ¿qué tal amaneció?—preguntó con una dulce voz María.

—Buenos días María, todo bien, gracias—respondí.—¿Qué tal durmió usted?—pregunté por cortesía.

—Dormí bastante bien, gracias por preguntar.—respondió.

Comencé a desayunar cuando María ya se estaba retirando.

—Señorita Alessia, cuando terminé de desayunar y esté lista y preparada para ir al hospital, baje que John va a estar preparado.—dijo desde la puerta.

—Claro.—respondí.

Desayune apurada, estaba nerviosa antes de siquiera salir de la casa, fui a mi cuarto a buscar ropa limpia para ponerme, la ansiedad me consumía viva, di vuelta toda mi ropa para encontrar algún atuendo decente, no sabía que ponerme y eso me ponía histérica, no quería ir demasiado tarde al hospital. Mi teléfono sonó estruendosamente por toda la habitación, di vueltas alrededor de esta para poder encontrarlo, contesté sin ver quien llamaba.

—¿Hola?—pregunté mientras seguía buscando ropa.

—Buenos días Cherry.—la voz de daddy entró por mi oído e inmediatamente dejé de hacer lo que estaba realizando.

—¡Daddy!—chillé emocionada, sonreí.

Daddy rió levemente.

—¿Cómo estás?—preguntó.—¿Me extra...?

—Te extraño mucho daddy.—interrumpí abruptamente.—¿Cuándo te vendrás? en serio te extraño demasiado.—lloriqueé.

—El tiempo pasa rápido, pronto estaré allá.—suspiró.—Es raro despertar sin ti, casi ya me había acostumbrado a tu compañía en las mañanas.—habló, y entendí perfectamente que esa era su forma de decirme que me extrañaba.

—Pues cuando vuelvas te puedo invitar a mi cama.—ofrecí.

—¿Y qué? ¿vamos a hacerlo?—preguntó.

—De todas las formas posibles.—respondí.

—No dudaré en cobrar tu palabra Cherry.