Little Princess (Lil Pump//Daddy Kink)

Capítulo 6.- Castigos.

Voltee a ver hacia a otro lado con la esperanza de que no viniera hacia acá, ya era demasiado tarde. Unos pies se posicionaron al frente mío haciendo que levantara la vista, era Agustín quien me sonreía de manera amistosa.

—Hey, Alessia, hola.—habló y me saludó con un beso en la mejilla.

—Hola.—respondí incómoda mirando de reojo desde mi posición a daddy quién aún estaba dentro de la piscina pero de espaldas a mí.

—¿Cómo estás?—preguntó.—En la mañana te llamé, quería saber porque no me avisaste que no irías con nosotros al club.—explicó.

—Estoy bien, gracias.—musité.—Oh, lo lamento, lo olvidé por completo.—me disculpé incómoda.—¿Estuvieron esperando por mí?—pregunté culpandome a mí misma por haberme olvidado de avisar que no iría.

—Uhm, la verdad sí.—respondió y yo tapé mi cara con vergüenza.—Pero no fue mucho.—habló.—Solo unos 15 minutos.—rió levemente.

Vi de reojo a daddy y él estaba saliendo de la piscina, me estaba mirando fijamente a la que vez que caminaba en dirección a mí.

—No sabía que habías venido acompañada.—comentó.—Lamento por interrumpir.—se disculpó.

Daddy se puso al lado de Agustín, estaba cruzado de brazos y no sonreía.

—Una simple disculpa no soluciona el hecho de que nos interrumpiste cuando tendríamos sexo.—habló daddy y yo me puse roja.

Agustín volteo a verlo y no respondió, daddy era mucho más bajo que Agustín. Daddy sonrió y se sentó conmigo, tomándome por la cintura, en un movimiento rápido estaba sentada sobre su regazo, me sentí como un trofeo.

Agustín frunció su ceño y de la nada su cara cambió a una asombrada.

—¿Tú eres Lil Pump?—habló finalmente señalando a daddy.

—Sí.—respondió daddy con una sonrisa. El rostro de Agustín cambió completamente.

—Oh...—respondió serio y pensativo.—¿Alessia te gustaría salir conmigo hoy?—preguntó mirándome.

—¿Qué mierda tu vida? Ella anda conmigo y no va a ir a ninguna parte contigo, perra.—respondió daddy enojado.

—Pero ¿qué pasa Pump?¿ahora no compartes a una de tus putas?—habló un burlesco Agustín.

Sin pensarlo bien, me levanté el regazo de daddy y le di un puñetazo a Agustín.

—No soy una puta.—hablé enojada viendo como Agustín retrocedía un paso de distancia.

Daddy me tomó de una muñeca y me sacó a tirones de ahí, me puse mi vestido una vez en el ascensor, llevamos a la suite.

—Mierda, Cherry, ¿qué pensabas?—habló enojado una vez en la suite. 

—Me llamo puta.—espeté.

—¿Y eso qué?—habló no entendiendo.—¿Te das cuenta que tus acciones me perjudican?—habló.

—¿En qué te perjudican?—pregunté no entendiendo.

—Tengo un show hoy.—habló.—Nadie sabe de tu existencia ni qué relación tienes conmigo, y nadie debe saberla jamás.—continuó haciendo énfasis en la última parte. —Y ahora con ese espectaculo que diste llamaste la atención de todos.

—Lo siento.—respondí, odio que regañen.

—¿Por qué carajos hablas con él cuando te dije claramente que no quería que hablarás con él?—preguntó paseando en frente del sillón en donde yo estaba sentada.