Capítulo 34.- Diferentes.

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Habían pasado un par de semanas desde que me realice un aborto. Todo iba marchando bien, tan solo el primer día experimente un sentimiento de tristeza y algo de culpa, luego de eso solo encontré alivio, alivio de no haber seguido con un embarazo que yo no deseaba y de haber tomado la decisión correcta.

Daddy ha sido bueno conmigo luego de eso, me ha hecho todos mis gustos y me ha apoyado muchísimo, no se ha despegado de mi lado. 

Las cosas en casa marchaban bien, Daddy había vuelto a trabajar exhaustivamente en su álbum. Llegaba a altas horas de la noche a casa, debido a que pasaba todo el día en el estudio, casi no lo veía, pero no me quejaba porque sabía que eso era importante para él y yo quería darle todo mi apoyo.

Estaba muy sumida en mis pensamientos cuando siento que alguien está intentando sacarme de las nubes.

-Cherry.-escuché la voz de daddy a lo lejos.

-¡Daddy!- exclamé saltando a sus brazos, hoy había llegado temprano, era recién media noche.

-Te extrañé muchísimo.-volví a hablar.-¿Qué temprano en casa?

-Yo vivo aquí.-respondió.

-No me refería a eso.-expliqué rápidamente.

-Lo sé.

Nos quedamos en silencio.

Daddy se sentó en la orilla de la cama, yo estaba acostada.

-Hemos terminado de grabar y todo eso.-dijo

-¿En serio?-pregunté emocionada. Finalmente podríamos pasar más tiempo juntos.

Daddy asintió sonriendo.

-Me alegro mucho, seguro va a tener mucho éxito.-dije sonriendo a la vez que le daba un abrazo.

-Aún falta que arreglen unos detalles, pero ya estará completamente terminado en unos días.

-Que bueno, ¿y cuándo saldría para el mundo?pregunté emocionada, quería escuchar sus canciones.

-Uhm, no lo sé, hay que evaluar muchas cosas antes dar una fecha en concreto.-respondió.

-Entiendo, son muchas cosas.

-Un poco.-dijo bostezando.

Se levantó y se comenzó a desvestir, me corrí hacia el lado en la cama para dejarle un espacio para que pudiera acostarse.

-Buenas noches Cherry.-dijo mientras me abrazaba por debajo de las sábanas.

-Buenas noches, te quiero mucho daddy.-respondí aferrandome a su brazo.

Daddy no respondió, su respiración era tranquila, se había dormido, supongo que estaba demasiado cansado por tantos días de trabajo.

Desperté porque oí el ruido de la puerta. Era María con el desayuno.

-Buenos días, señorita Alessia.-dijo entrando en la habitación.

-Buenos días María.-le sonreí y recibí una de las bandejas, la puse en mi regazo y me dispuse a comer, tenía mucha hambre.

-Con permiso.-se retiró de la pieza.

Daddy no estaba a mi lado, y se escuchaba el ruido de la ducha, probablemente se esté dando una ducha.

Iba a la mitad de mi desayuno cuando Daddy sale del baño, solo con una toalla alrededor de su cadera.

-Buenos días.-le digo mientras le sonrío.

-¿Por qué no me esperaste para desayunar?-preguntó fingiendo estar triste.

-Tenía hambre y no sabía cuanto tardarías en salir.-hable sinceramente.

-Está bien, no te preocupes, antes de ti estaba acostumbrado a comer solo.-respondió en tono deprimido.

-Lo siento, no volverá a pasar.-respondí sintiéndome la peor persona.

Daddy se largó a reír a carcajadas.

-Soy buen actor, ¿cierto?-preguntó mientras tomaba la bandeja y se disponía a desayunar.

-No, no lo eres.-respondi fingiendo estar molesta.

-A ti no te sale.-dijo daddy divertido.

Lo miré con lágrimas en los ojos. Cuando era niña aprendí a llorar, sin necesidad de estar triste o algo, era lo único en lo que era buena, en llorar sin tener ganas de llorar.

Daddy me mira con una cara de sorpresa.

-Lo siento Cherry, no quería molestarte.-se apresura al hablar.-Perdón, no llores.

Sonreí

-Soy buena actriz, ¿cierto?-respondí con lo mismo que él había dicho anteriormente.

-No me causó ni puta gracia, Cherry.-dijo mirándome enojado.

-Lo siento.-me disculpé mientras reía.

Terminamos de comer entre risas, estábamos siendo felices. Nos estábamos haciendo felices el uno con el otro.

Dejamos las bandejas en las mesitas de los lados. Daddy se levantó.

-Daddy.-dije a la vez que lo detenía tomándole la mano.

Se volteó.

-Quédate un rato más aquí conmigo.-pedí.

Asintió y se acostó a mi lado.

Me recosté encima de su pecho y él me abrazó por la cintura.

-Me haces muy felíz.-dije aprentandolo.

Dejó un beso en mi frente.

Estuvimos así unos minutos, hasta comencé a besar su pecho y subí a su cuello, finalmente llegué a su labios.

Daddy estaba besándome diferente, nos besamos diferente y había un aura diferente.

-Cherry.-murmuró en mis labios.

-¿Uhmm?pregunté.

Apretó su agarré en mi cintura.

-Nada.-respondió mientras nos daba la vuelta, él estaba encima de mí.

Él recorría mi cuello con sus labios y yo recorría su espalda con mis dedos.

Internamente deseé que ese momento no terminara nunca.

Daddy que quitó la polera que estaba usando de pijama, sentí mi corazón latir rápidamente. Era increíble lo que una persona podía hacer sentir a otra. ¿Será que daddy siempre causará eso en mí?

Le saqué la toalla y quedó completamente desnudo.

Él me dio la vuelta, apegó su cuerpo al mío y sentí si miembro tocar mi trasero, daddy acarició mi cadera y finalmente mi trasero.

Dejó suaves besos en mi espalda, hasta subir cerca de mi cuello, dejó besos en esté y mordió mi oreja.

Sus manos y sus labios recorrían mi cuerpo, buscando conocer hasta los lugares que no conocía nadie.

Intenté voltear mi cuerpo, pero daddy no me dejó. Daddy tomó mis caderas y yo por instinto las levanté para dejar visible mi trasero.

Sentí a Daddy posicionarse entre mis piernas, su miembro estaba en mi entrada. Volteé buscando el rostro de Daddy, en cuánto cruzamos miradas, él apartó la suya.

-¿Qué pasa?-pregunté.

Daddy no me estaba mirando, sin embargo, entró en mí, sin darme tiempo para reaccionar.

Me fije en la cara de Daddy, fue entonces que me di cuenta que tenía un mancha morada debajo de su oreja, entre el cuello y su mandíbula.

Yo no le había hecho ningún chupetón.

Little Princess (Lil Pump//Daddy Kink)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora